La victoria del Real Madrid 4-0 contra el Zaragoza, insuficiente para llegar a la final, ha hecho renacer no obstante la semilla de la ilusión en el madridismo, que por momentos acarició la final de Copa con tres goles en nueve minutos, pero que ahora debe dar un paso al frente para centrarse en el próximo rival, el Alavés en Liga.

Lo vivido el martes en el Santiago Bernabéu transportó por momentos el estadio veinte años antes. El público se volcó. Los jugadores, como hordas, se lanzaron sobre el Zaragoza al que sitiaron como hicieron los franceses con la ciudad maña siglos antes. Pero como entonces, los aragoneses resistieron y alcanzaron la final.

Y ahora le toca el turno al Real Madrid de mirar hacia adelante y ultimar sus opciones de título en esta temporada. El sábado, con la ilusión y el orgullo recuperado por bandera, espera el Alavés. Un conjunto vitoriano que con sus últimos triunfos ha salido de la zona de descenso. El último de ellos ante el Málaga.

Para este partido Juan Ramón López Caro, teniendo en cuenta que el próximo martes visita el coliseo blanco el Arsenal en la Liga de Campeones, deberá realizar cambios en el once inicial, algunos obligados y otros para dar descanso a jugadores castigados por el esfuerzo físico del pasado martes.

El danés Thomas Gravesen será la primera baja. Con un partido de suspensión, su principal sustituto tampoco estará por lesión, el uruguayo Pablo García. Es por eso que Iván Helguera se perfila como medio centro junto a Guti si el canterano llega a tiempo de recuperarse, otro cambio respecto al encuentro copero contra el Zaragoza.

En el lateral derecho Michel Salgado podría volver en detrimento del goleador Cicinho, mientras que el italiano Cassano tiene muchas papeletas para sacar del once al brasileño Julio Baptista.

Y por último, uno que podría reaparecer es el capitán Raúl González Blanco. Desde la semana pasada ya se entrena con normalidad con el resto del grupo y todo hace indicar que podría disputar algunos minutos frente al equipo alavesista, todo encaminado a que el capitán esté al cien por cien contra el Arsenal la próxima semana.

FLORENTINO, SATISFECHO Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, destacó el espectáculo que se vivió en el encuentro contra el Real Zaragoza en el que, con el 4-0, a punto estuvieron de remontar el 6-1 del partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey.

"Ha sido un día de fiesta. Hace tiempo que no recordaba una noche mágica y heroica como ésta. Nos ha faltado un gol, pero veo la cara de los aficionados y salen todos con gran satisfacción", afirmó Pérez.

"Todos sabíamos que lo de Zaragoza era un accidente, y lo hemos demostrado. Los goles y la suerte también influyen y eso nos ha faltado. Si había un equipo que quería jugar la final era el Real Madrid", añadió.

El máximo dirigente dijo además que el equipo mostró orgullo. "Con el 6-1 muchos, en vez de analizar que fue un accidente o algún penalti no pitado, nos humillaron. El Real Madrid ha levantado la cara, su orgullo y tesón y ha demostrado porque la afición confiaba en nosotros".

"Han hecho un esfuerzo enorme y hemos podido meter el quinto y pasar. Hay que felicitar a los jugadores, valorar su esfuerzo, han despertado la ilusión del madridismo. Es algo que nos vale para afrontar mejor la Liga y la Liga de Campeones", concluyó.