Naomi Osaka tuvo problemas para asumir lo conseguido en el Abierto de Australia que ganó ante la checa Petra Kvitova: 7-6 (7-2), 5-7, 6-4. Tímida e introvertida en su vida personal, poco habladora y a veces inexpresiva, la joven japonesa (también tiene nacionalidad estadounidense) de 21 años apareció con la cara muy seria en el acto de la entrega de trofeos. Ni siquiera cuando, en su quinta bola de partido, consiguió doblegar la resistencia de la extrovertida checa, de 28 años, dejó que la euforia la inundara. Y en el parlamento posterior, en el que perdió el guión, se disculpó por no ser tan hábil en la oratoria como empuñando una raqueta en la mano.

Por otro lado, Rafael Nadal afronta hoy (9.30 h., Eurosport) su quinta final del Abierto de Australia (donde fue campeón en el 2009) en su 53º duelo directo con el actual número 1, Novak Djokovic, un partido que promete emoción.