Quiere entrar en la historia. La ciudad de Stuttgart le espera hoy con los brazos abiertos. Oscar Freire, a los 31 años, está en la ruta para convertirse en el primer ciclista que consigue cuatro triunfos en el campeonato del mundo, pero amaga con la retirada si la situación de su deporte no cambia.

--Se le ve tristón, decepcionado. Hace una semana, a Oscar Pereiro le dieron el título del Tour 2006 y también estaba desilusionado.--No es para menos. Antes ponía la tele y veía que en los informativos daban noticias de ciclismo. Hoy solo se habla de fútbol y de fórmula 1. Y no lo entiendo. No hay deporte más aburrido que la F-1. Según salen, llegan a meta. Ni se adelantan. Hace cinco años los corredores tuvimos la oportunidad de protestar, de decir basta. Y no lo hicimos. Ahora ya es tarde.

--Serán modas pasajeras.--No lo sé. A veces resulta incomprensible que a Fernando Alonso, y él no tiene ninguna culpa, lo propusieran para el Príncipe de Asturias sin haber ganado todavía un Mundial. Todo es cuestión de intereses. Da la impresión que los premios se dan por el impacto mediático y razones políticas. A mí me duele que me concedieran la medalla al Mérito Deportivo, en categoría de plata, cuando ya había sido dos veces campeón del mundo. Poco después, a un entrenador de fútbol, por ganar la Liga, se la dieron de oro y a Urdangarín la Gran Cruz, por el balonmano, que es un deporte de equipo.

--Sin embargo, en otros países un tricampeón del mundo de ciclismo sería una estrella mediática.--Sí. Son cosas que poco a poco te van quitando la ilusión. Ha habido un cambio exagerado en la forma de ver el ciclismo en España. Cuando en 1999 gané el primer Mundial tuvo un impacto correcto. Pero desde entonces solo se le da importancia al tema del dopaje. Siempre lo mismo. Ganas la Milán-San Remo y apenas tienes repercusión. Nadie hace nada para arreglarlo. Cualquier persona lo haría mejor que McQuaid. Por eso, en esta situación, y aunque me siento igual de bien físicamente que cuando tenía 25 años, ya empiezo a ponerme fecha de caducidad. Correré una temporada más y si esto no mejora lo dejo.

--Algunos corredores querían hacer un plante antes del inicio del Mundial como protesta contra la UCI.--Esto no sirve para nada. Yo no me pararé. Si lo hago es porque tengo una bicicleta detenida delante de mí. Ya es tarde. Cuando se hace una huelga es para algo, como las que hacía mi padre cuando trabajaba en la siderurgia de Torrelavega. Esas huelgas eran para luchar por un puesto de trabajo, porque si no con 50 años te ibas a la calle. Ahora ya es tarde y vamos a peor.

--Sin embargo, hoy luchará por este cuarto Mundial.--Y con todas mis fuerzas. Por mí, por mis compañeros. Y si se me escapa uno en la última vuelta y no lo puedo capturar, entonces pelearé por la medalla de plata.

--Aunque tal como está el panorama, el jersey arcoíris se convierte en un arma de doble filo.--No entiendo las cosas que están sucediendo en Alemania. Aquí nos han puesto a todos los corredores españoles en su ojo de mira. Por eso, no sé si sería bueno para ellos que un español ganase el Mundial. Yo, por lo menos, lo voy a intentar.

--Y cuando Vinokurov dio positivo en el Tour, ¿usted qué pensó?--Pues que si se ha dopado, que se le sancione. Pero que su infracción no arrastre al resto de corredores. No es justo que por su culpa se sospechase de todos los ciclistas.