Oscar Freire sigue haciendo historia y llenando su cesto de triunfos de mérito en las más importantes clásicas ciclistas. Si en marzo obtuvo la victoria en la Milán-San Remo, si el domingo pasado no anduvo fino en el esprint final del Mundial de Australia, ayer anotó su nombre en el palmarés de la París-Tours, la famosa carrera francesa que está considerada como la meca de los velocistas.

En un esprint intenso, donde se libró la caída de forma casi milagrosa, Freire se convirtió en el primer corredor español que triunfaba en Tours, tras 114 ediciones. En el 2002 estuvo cerca. Acabó segundo. A la París-Tours llegó convaleciente del disgusto que le supuso el despiste que sufrió a mitad de Mundial, cuando se quedó cortado, lo que obligó a la selección española a correr a contrapié.

RETIRADA EN EL 2011 Ayer, Freire anunció en Francia que en un "90% de posibilidades" la temporada 2011 será la última que disputará como corredor profesional. A los 34 años, el tricampeón del mundo cántabro sigue en la primera línea de la batalla en las llegadas masivas, donde casi siempre tiene que buscarse la vida en solitario, sin la ayuda de compañeros, a lo que por desgracia ya está acostumbrado.

"Tengo contrato con el Rabobank para el año que viene. Cuando comencé mi carrera profesional me decía que competiría hasta los 40 años, pero me doy cuenta de que el tiempo pasa muy deprisa", señaló el cántabro.