El discurso de cara al exterior es unívoco: "lo que realmente importa, lo fundamental, es el próximo partido, el del Arandina, que hay que ganar como sea". Es el mantra favorito del Cacereño durante los últimos días por una cuestión de supervivencia a corto plazo.

Pero las cuentas internas son otras. Y salen: el equipo puede salvarse, incluso de la promoción. 12 puntos en juego, cuatro jornadas, y con 10 hay muchas posibilidades de permanencia. Incluso hay quien piensa en que se puede hacer pleno.

La clave está clara: llegar a los dos últimos encuentros con opciones. Entre 4 (incluso 3) y 6 puntos harían falta reunir ante Arandina y Logroñés. "Si llegamos vivos al partido ante el Peña Sport de la penúltima jornada nos salvamos". Apenas hay rastro --al menos en apariencia-- del descalabro en Astorga que dio vida a un rival.

Ganar a la Arandina el domingo (18.00 horas, Príncipe Felipe) sería incluir a los castellano-leoneses en la pelea definitivamente. Estarían a tres puntos. Después, ir a Logroño se afrontaría con optimismo: un empate --o por qué no, una victoria-- haría que casi se dependiera de sí mismos para después recibir a Peña Sport --presumiblemente descendidos-- y terminar ante el Izarra, ya sin objetivos.