Un año más --solo se ha completado un ascenso en las últimas cinco temporadas-- parece que ningún equipo pasará de la LEB a la Liga Endesa pese a haber contraído los méritos deportivos suficientes. Ayer se supo que tanto el Quesos Cerrato Palencia como el Melilla Baloncesto han solicitado un aplazamiento de un año en su incorporación a la máxima categoría al no pudir cumplir los requisitos económicos ahora. Por su parte, el Ourense, que había a su vez comprometido su ascenso para este verano, tiene hasta hoy para reunir las condiciones.

Los grandes beneficiados de que se mantenga el mismo status quo en la élite serían el Movistar Estudiantes y el Retabet Guipúzcoa, que habían ocupado las dos últimas plazas en la temporada 2015-16 y que ahora serían invitados a continuar debido a las renuncias.

Palencia y Melilla se resignaron después de intentar en las últimas semanas conseguir los aproximadamente seis millones de euros que, entre varios conceptos, hay que abonar, destacando los 3,7 millones de canon de entrada.

"Analizadas las condiciones económicas y deportivas requeridas por la normativa ACB, ambos clubs reconocen su imposibilidad de cumplimiento de los requisitos establecidos para obtener la afiliación a la asociación y participar en la temporada 2016-17. Sin embargo, Quesos Cerrato Palencia y Club Melilla Baloncesto están convencidos de obtener los recursos necesarios a corto plazo, por lo que han solicitado a la ACB mantener su derecho deportivo para la temporada 2017-18", apunta un comunicado de la Asociación de Clubs de Baloncesto.

La petición se trasladará a la asamblea general de la ACB, que tendrá lugar una vez finalizada esta campaña. Será donde se decida si se les concede este aplazamiento, como ocurrió hace un año con el Ourense, o se desestima la petición.

En principio, y salvo sorpresa, tanto Melilla como Palencia continuarán en la LEB como rivales del Cáceres Patrimonio de la Humanidad.