El húngaro Robert Fazekas, ganador el pasado lunes de la medalla de oro en el lanzamiento de disco con un nuevo récord olímpico (70,93 metros), fue pillado in fraganti cuando intentaba sustituir su orina por otra que tenía depositada en un catéter para burlar el control antidopaje al que fue sometido tras finalizar su prueba. Esa trampa le costó la medalla, que fue a parar a manos del lituano Virgilius Alekna.

El saltador bielorruso, Aleksey Lesnichiy, eliminado el pasado viernes en altura, dio positivo con clenbuterol, un esteroide anabolizante.

Fazekas, por su parte, pasó el trámite obligatorio del control antidopaje tras disputar la final. Si la toma de muestras de orina se hubiera realizado tras la calificación, el canario Mario Pestano habría tenido la oportunidad de disputar la final del lunes, ya que fue el primer eliminado en aquella fase.

Fazekas, apodado el mosquito por sus allegados y el hombre de acero por la prensa húngara, fue privado ayer de la medalla de oro por decisión del Comité Olímpico Internacional (COI). En la ceremonia de entrega de medallas, que se celebró anoche, el oro fue entregado al lituano Virgilius Alekna, que ya se había proclamado campeón olímpico hace cuatro años en Sydney.

Alekna también pasó el control antidopaje, ya que los cuatro primeros atletas de cada prueba, además de dos atletas elegidos por el método del sorteo, tienen la obligación de someterse a este trámite.

El COI lleva efectuados 2.015 controles en Atenas desde el pasado día 1 hasta ayer, y está previsto que se llegue a los 3.000 al finalizar los Juegos. El total de casos positivos descubiertos hasta ayer sumaban ya 15.

A los dos descalificados de ayer habría que sumar los tres velocistas griegos (Kostas Kenteris, Ekaterini Thanou y Hristoforos Hoidis), también sancionados por eludir deliberadamente el control, y al discóbolo húngaro, por intentar manipular fraudulentamente su muestra de orina obligatoria.

LA LANZADORA RUSA Fazekas es el segundo ganador descalificado en estos Juegos Olímpicos. La rusa Irina Korzhanenko, primera clasificada en el lanzamiento de peso disputado en el incomparablemente histórico marco de Olimpia, el miércoles de la semana pasada, fue obligada a devolver la medalla de oro tras dar positivo de estanozolol.

Ese mismo anabolizante por el que fue fuera sancionado el velocista canadiense Ben Johnson en los Juegos de Seúl, en 1988, en uno de los grandes escándalos por dopaje de la historia. Los casos descubiertos ahora demuestran los grandes avances de la ciencia en la lucha contra las sustancias prohibidas.