El Villanovense se juega hoy el todo por el todo ante la Gimnástica en un partido que tendrá que dirigir desde la banda el delegado de equipo, Francis Chamizo, con la ayuda del preparador físico, Manu Hidalgo. El motivo, que tanto Jaime Molina como su segundo, Loren Morón, fueron expulsados la jornada anterior; el primero tendrá que cumplir dos partidos de sanción y el segundo, uno. Por tanto, ambos tendrán que ver el trascendental partido desde las gradas.

Molina no podrá convocar a Mora --lesionado durante el encuentro ante el Real Madrid Castilla-- ni tampoco con Víctor Marco, que aún no se ha recuperado al 100%.

El marcador determinará su futuro más cercano: una derrota les haría perder prácticamente sus opciones de permanencia, mientras que una victoria les daría oxígeno y esperanzas.

El técnico verdiblanco reconoce que será un encuentro muy complicado ante el que considera "uno de los equipos más duros y rocosos de la categoría". "Sabemos que la Gimnástica trata de aprovechar sus oportunidades y luego vivir de las rentas. Creo que con ellos nosotros tendremos más posesión del balón pero menos espacios", analizaba. Pese a ser conscientes de la importancia del encuentro, asegura que su equipo está animado. "Lo que tenemos que hacer no es otra cosa que ser lo responsables que hemos sido hasta ahora --argumenta-- porque el exceso de motivación bloquea muchísimo; para nosotros será un partido más y sobre todo para los jugadores, que ya han vivido situaciones similares esta temporada".