Extremadura: Toni García; Javi Selvas, Roberto Rodríguez, Olivar, Nandi; Lolo, Marco; Camacho (Luis Valladar, M. 86), Cobos, Gaizka (Peri, M. 73) y Pavone.

Talavera: David; Carmona, David Gómez, Antúnez (Uriel, M. 58), Oscar Ríos; Mata, Ferrer, Juli, Pedro (Lombán, M. 86); Thierry y Borja (Estecha, M. 71).

Goles: 0-1-M. 11: Pedro. 1-1-M. 22: Marco.

Arbitro: Bro Sáez (Madrileño). No estuvo mal. Controló siempre el partido, pero en lo disciplinario utilizó criterios sorprendentes (1). Amonestó a Olivar (30´), Ferrer (79´), Lolo (83´), Lombán (87´) y Oscar Ríos (92´).

Incidencias: 1.700 espectadores en tarde lluviosa. Minuto de silencio por el fallecimiento del expresidente José Barrios y de la madre del meta almendralejense Tete.

Volvió a decepcionar a su parroquia el Extremadura sumando sólo un punto en su choque ante el Talavera. Los azulgranas, que comenzaron perdiendo el partido, no supieron rematar la faena ante un bloque inferior, al que superaron en buena parte del encuentro salvo en la suerte suprema , y terminaron engordando su estadística de duelos con regusto agridulce. Una racha que comenzó en Badajoz, continuó con el afortunado cruce con el Cartagena que decidió un autogol murciano y alcanzó su máximo esplendor en el Nuevo Estadio segedano. Ayer, un inicio nervioso, impreciso, desconcertado y desconcertante puso a los de Cisqui por detrás en el marcador. Y luego, con las riendas del partido aparentemente bien sujetas, sólo tuvieron tiempo y acierto para igualar la balanza. Pobre botín.

Pedro, en un remate desde fuera del área y aprovechando los peores minutos de los locales, puso por delante a su equipo obsequiando con una vaselina a Toni García sin que los compañeros de éste hicieran algo para evitarlo (m. 11). En sólo once minutos los albiazules le habían puesto el partido cuesta arriba al conjunto almendralejense y otros once tardó Marco en pagar con la misma moneda. Un soberbio trallazo, también desde fuera de la pintura, y el empate (m. 22).

PITOS Y PALMAS Los pitos, con los que la grada local había recibido a los suyos por lo de Zafra, se volvieron palmas que echaban humo. Con muy poco se recupera el cariño de una afición como la azulgrana. El Extremadura fue a más y terminó la primera parte sacándose de encima el dominio visitante y encerrando en su parcela al rival que sólo daba en sí aprovechando algún contragolpe. Marco, en el área pequeña, tuvo el 2-1 en un servicio de Nandi. Pero golpeó horrible y la oportunidad se esfumó (m. 34).

Tras el descanso el Talavera quiso volver por sus fueros. Pero, a pesar de la opinión de su técnico en la sala de prensa, el dominio seguía siendo almendralejense. Eso sí, un dominio estéril porque las imprecisiones, los errores en los pases y las pérdidas en los balones divididos ofrecían una cara poco agraciada en el bando azulgrana sembrando la desesperación en su hinchada.

Con todo, le faltó suerte a Cobos, en una tarde aciaga, para abrir brecha. Mandó alto un balón envuelto en celofán que le devolvió Marco tras una pared (m. 56). En pleno dominio local los contragolpes visitantes siempre llevaban peligro. Más que nada por los nervios de los de Cisqui y los desajustes defensivos. Borja obligó a Roberto Rodríguez a sacar bajo palos tras colarse entre los dos centrales como Pedro por casa propia (m. 65).

Empujando contra su meta al rival, el Extremadura estuvo carente de pegada y se perdió en baratijas en los últimos metros. Sobró algún taconcito y faltó efectividad y contundencia. Olivar y Cobos no supieron resolver una jugada diáfana tras saque de esquina (m. 68) y un susto de Uriel (m. 72) cerró capítulo para los talaveranos. De ahí al final, desesperación y un empate que tiene un sabor agridulce para los intereses almendralejenses.