Sevilla: Palop; Alves, Boulahrouz (Poulsen, m.72), Escudé, Dragutinovic; Jesus Navas, Renato, Keita, Adriano (Kerzhakov, m.46); Koné (Diego Capel, m.46) y Kanouté.

Deportivo: Aouate; Manuel Pablo, Adrián, Coloccini, Filipe; Juan Rodríguez, Sergio, De Guzmán, Guardado (Barragán, m,89); Verdú (Pablo Alvarez. m.78) y Xisco (Rikki, m.72).

Gol: 0-1: m.73. Riki.

Arbitro: César Muñíz Fernández (c.asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Keita, Boulharouz, Adrian, De Guzmán, Escudé, Alves.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 38.000 espectadores en tarde casi veraniega (unos 30 grados). Los deportivistas -acompañados por una cerrada ovación- depositaron un ramo de flores en el lugar donde cayó Antonio Puerta, poco antes de fallecer.

El Deportivo de la Coruña, otrora bestia negra sevillista, sacó provecho del mal momento o crisis de juego del Sevilla, con cuatro derrotas consecutivas en Liga y una goleada al Slavia de Praga en la Liga de Campeones, que maquilló su trayectoria, y se llevó los tres puntos del Sánchez Pizjuán con un gol de Riki.

Mal partido en cuanto a juego, con un Sevilla al que el entramado defensivo del Deportivo se le atragantó, sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos; y ni siquiera la constante movilidad y derroche de Keita, secundado por la técnica de Renato, inclinaron el dominio para los sevillistas. Por ello, ni Sevilla ni Deportivo hicieron excesivos méritos en esta primera fase para cobrar ventaja en el marcador.

Fue el recién incorporado Riki el que, ya a los 73 minutos, tras contragolpe de Guardado, ante Palop, puso al Deportivo por delante en el marcador.

No obstante, a los 82 minutos Kanouté, en una de las escasas indecisiones de la cobertura coruñesa, marró lo increíble, solo ante Aouate, pero el malí se cayó incomprensiblemente. Hasta el final el Sevilla se vio impotente en su afán de lograr la igualada.