Ambos saben que será complicado pero, clasificación final de la liga regular en mano, tienen opciones, y los dos anuncian una batalla deportiva de primer orden para lograr el objetivo: el ascenso a Segunda División del fútbol sala nacional. Uno es ya un veterano de la que alguien ha denominado ‘guardia pretoriana’ del entrenador; el otro, un joven que ha irrumpido con fuerza y goleado con facilidad. Tanto el primero, Pablo Jesús Iglesias Sánchez, futbolísticamente ‘Pablo Iglesias’ (Cáceres, 25 de mayo de 1988) como el segundo, Aarón Chamorro Copé, ‘Aarón’ (Cañamero, 18 de febrero de 2000), son complementarios en cuanto a su análisis. Entienden, con espíritu ambicioso, que se puede lograr un hito que no se consigue desde tiempos inmemoriales en la ciudad: alcanzar el segundo escalón donde se vivieron incluso los laureles de la superélite. Fueron otros tiempos, pero ¿volverán? Hay quien lo sueña.

Pablo Iglesias y Aarón Chamorro son dos exponentes de la pujanza del Cáceres Uex de Antonio Salguero, tercero en la liga y que este sábado inicia la segunda fase con la fijación mental de subir, algo que intentarán también Integra2 Navalmoral y Jerez FS. «El ascenso es el objetivo que nos marcamos nada más empezar la temporada. Está en nuestra mano, nunca antes habíamos estado tan cerca y dependemos de nosotros mismos», dice Aarón, estudiante de tercer año de Enfermería en la Uex y con experiencia en el juvenil de División de Honor en el equipo del Campo Arañuelo.

“Hemos cumplido la primera parte del objetivo, que era clasificarnos, y no solamente eso, sino hacerlo con los máximos puntos posibles para tener opciones reales de luchar por las dos plazas de ascenso. Estamos a un punto de la segunda plaza en el grupo , te ves siendo un equipo humilde entre los mejores y nos hemos ganado el respeto de España ¿Por qué no? Serán partidos muy igualados que normalmente van al detalle final, tenemos ganas de más. Aunque nos superen en presupuesto en infraestructura, al final la pista manda». Lo dice el analítico Pablo Iglesias, inseparable de Antonio Salguero, que lo reclutó en Malpartida y que es fiel al equipo desde el ascenso a Segunda B.

Iglesias, un histórico del fútbol sala universitario extremeño y de niño en clubs locales como el Perú Once, el Veracruz o el San Francisco, abunda en el liderazgo del técnico. «Tenemos la suerte de tener a un ganador, siempre arriesga, siempre va a por el partido, siempre quiere más y siempre está ahí. Ser ‘salguerista’ es una filosofía de vida que el equipo comparte, y al que más y al que menos le ha marcado en la vida», asegura este doctor en Ciencias del Deporte desde el 2019 y que tiene una consulta de fisioterapia/osteopatía desde hace seis años en lo que es una vida agitada, pero que él, de espíritu combativo, complementa bien con el fútbol sala «porque me encanta mi trabajo».

Aarón también ensalza la figura de Salguero. «Es un competidor nato y siempre intenta explotarnos a todos los jugadores para que demos nuestro máximo y hacer así más fuerte al equipo».

Vestuario equilibrado

«El vestuario lo considero una familia. Además de ser compañeros somos amigos, que hasta en la vida privada quedamos y tenemos mucha relación. Cuando esto lo trasladas al vestuario, pues las cosas suelen salir mejor que si hay un mal ambiente», subraya Aarón, que asegura que la mezcla de veteranía y juventud beneficia al grupo. «Cuando los jóvenes nos ve un poco más arriba siempre están ahí los veteranos para darnos un correctivo», afirma el ilusionado futbolista de Cañamero.

Iglesias, mientras, hace un llamamiento global al apoyo, aparte del que, a partir de la próxima semana, puedan recibir cuando jueguen en casa los encuentros clave. «No solamente vale ganar, necesitamos el apoyo de Cáceres, del vecino, del amigo, del padre… necesitamos más repercusión en la prensa, es importante salir porque se necesitan patrocinadores y sobre todo necesitamos a las instituciones, y aprovecho para recordarle al Ayuntamiento de Cáceres que hay dos equipos en la ciudad y uno va a jugar por el ascenso».

El futbolista para recordar que "llevamos siete años en Segunda B, parece fácil pero si echamos la vista atrás normalmente los clubs extremeños duran dos años en la categoría. Nosotros estamos muy orgullosos de ser el único equipo extremeño con gente de la tierra, sin cobrar, que pueda hacer esta gesta, y estamos dejando el nombre de Cáceres y de Extremadura bien arriba, pero que no olviden que nos ha costado mucho llegar hasta aquí, y tanto si subimos como si no, va en beneficio de la ciudad. No dejan de venir 15 equipos todos los años durante la temporada, comen por aquí, se quedan en hoteles de la ciudad…».

Más allá de todo ello, la reflexión de Pablo Iglesias sobre el fútbol sala regional apunta hacia los más pequeños, pero aunque también pone algún ‘pero’ sobre la dinámica y los propios técnicos. «La clave es trabajar la base, pero desde la realidad. Va a llegar un momento en el que habrá más entrenadores titulados que jugadores. No está de más estar titulado, pero necesitamos menos ‘titulitis’ y más trabajar el fútbol sala», no a jugadores que se pasen del fútbol al fútbol sala, necesitamos que se forme a los entrenadores para afrontar los problemas cotidianos», recalca.