PLASENCIA: Mario Fernándes (0), Rubén Ibeas (2), Jorge Lledó (4), Dominick Martin (8) y Jason Blair (6) -cinco inicial- Juliá Garrote (14), Quique Suárez (3), Nacho Fort (10), Brock Gillespie (10), Conejero (4) y Carlos Ferreiro (0).

CAI HUESCA: Rodríguez (2), Marc Axton (19), Beltrán (6), Nigel Waytte (19) y Andreu Matalí (8) - cinco inicial - Pep Ortega (6), Castelló (9), Lloret Mons (15) y Aleix Prat (0).

ARBITROS: González Cuervo (castellano leonés) y Pérez Vázquez (madrileño). Eliminado Jorge LLedó (min.38)

MARCADOR POR CUARTOS: 8-23, 28-35 (descanso), 49-52 y 61-82 (final)

Muy caro pagó el Plasencia Galco su mal inicio del partido en la tarde de ayer donde en el primer cuarto tan sólo fueron capaces de anotar ocho puntos, y los ocho desde debajo del aro (6 de Martín y 2 de Nacho Fort), sin noticias de una artillería que se vio atenazada ante la defensa impuesta por Jordi Balaguer.

Situó Juan Pablo Márquez al mando de inicio a Mario Fernándes, pensando que estos minutos iniciales le sirvieran de acoplamiento tras su lesión, el plan falló y cuando el luso se fue al banco la distancia del Huesca era ya peligrosa (4-15), incluso llegarían a los 17 puntos de diferencia a 30 segundos de sonar la bocina del final del primer periodo.

Un parcial de 5-0 atisbaba esperanza, pero el ex del Plasencia Waytte en plan estelar impedía el acercamiento, acabaría con 12 puntos en su haber al descanso, por su parte Andreu Matalí sujetó de tal manera a Jason Blair que el americano tan sólo anotó dos tiros libres en los primeros veinte minutos que acabaron con ventaja oscense de siete puntos (28-35).

Tras la reanudación el Plasencia comenzó a ver la luz, más a base de coraje y heroica que de puro espectáculo.

Mucha culpa la tuvieron dos triples de Garrote, a la postre máximo anotador de su equipo y el impecable trabajo y la constancia de un Nacho Fort que asumió responsabilidades que otros no tuvieron.

Con un cinco de currantes que se aplicaron en defensa con la intensidad que demanda Márquez consiguieron atrapar a un Huesca que no sabía que los que juegan menos minutos eran tan corajudos.

Plasencia tardó exactamente 28 minutos en colocarse por primera vez por delante (45-44) ante el delirio de una Bombonera que no se imaginaba un final triste, incluso Zoller, que al final no se pudo recuperar, disfrutaba con la espectacular remontada. Con una desventaja de tres se llegó al final del tercer cuarto (49-52).

CAOS FINAL Un triple de LLedó, sus primeros puntos, igualaron a 52 con nueve minutos por delante, y ahí se apagó la luz porque tratar de explicar un parcial de 9-32 hasta la bocina final resulta complicado a no ser que los astros se aliaran para que Huesca no perdonara nada (6 triples) y a Plasencia se le acabara la munición. Hasta cinco jugadores locales acabaron con valoración negativa y así ni San Fulgencio puede hacer milagros.