El Panathinaikos, el primero de grupo que todos los segundos querían, se ha convertido en el rival del Villarreal en los octavos de final de la Liga de Campeones en la que el equipo español se tendrá que medir a un clásico del fútbol continental.

El conjunto griego ha realizado una de las fases de grupo más atípicas que se recuerdan, ya que perdió sus dos primeros encuentros y empató el tercero. Con un sólo punto, por tanto, llegó al ecuador de la competición, pero tres victorias seguidas en los últimos tres partidos le encaramaron al primer puesto con diez puntos.

El mérito del Panathinaikos, cuya traducción es "el equipo de todos los atenienses" y que fue fundado en 1908, ha sido especial en esta fase, ya que ha conseguido superar al Inter de Milán, el gran favorito, en un grupo en el que también han estado el Werder Bremen y el Anorthosis chipriota. Tras la derrota en casa ante el Inter y la sufrida a continuación en Chipre, las posibilidades de clasificación del equipo se redujeron sensiblemente. A ello se unió el empate a dos con el Werder Bremen en Atenas en la tercera jornada de grupo.

Con un punto en tres partidos, nadie esperaba la reacción del Panathinaikos, pero el equipo goleó a domicilio en Bremen (0-3) y empezó a creer en sus posibilidades. A este marcador se unió el siguiente, que fue clave. Un gol de José Sarriegi, traspasado por el Athletic de Bilbao al equipo griego, les dio la victoria a domicilio ante el Inter. A continuación, la victoria ante el Anorthosis completó la clasificación.

El Panathinaikos, que siempre ha vestido de verde, es uno de los dos grandes clubes de Grecia -junto con el Olympiacos- y acumula una veintena de títulos de Liga en su país, además de dieciséis de la Copa de su país.

Fundado hace un siglo con el nombre de FC Atenas, el equipo vivió su momento de mayor esplendor competitivo a nivel continental el 2 de junio de 1971 cuando alcanzó al final de la Copa de Europa con el húngaro ex-jugador del Real Madrid, Ferenc Puskas, en su banquillo. El equipo griego jugó aquella final ante el gran Ajax de Amsterdam capitaneado por Johann Cruyff, que se impuso por un marcador de 2-0. Posteriormente disputó la Copa Intercontinental ante Nacional de Montevideo y tras empatar a uno en casa, cayó en Montevideo por 2-1.

El último gran momento del Panathinaikos se produjo en el año 2004 cuando ganó la Liga y la Copa de su país y se convirtió en el equipo que más veces ha hecho doblete, ya que lo ha logrado en un total de siete ocasiones.

El Oporto, el campeón portugués que espera recuperar su prestigio europeo

El Oporto, gran dominador del campeonato portugués esta década, es un equipo compacto en defensa y peligroso en ataque que espera recuperar su prestigio europeo después de la era Mourinho, cuando ganaron en 2004 la Liga de Campeones.

"Los dragones", emblema del club, cuentan con un equipo compenetrado que presenta un 4-4-2 y cuyo punto más fuerte es el contraataque gracias a jugadores como el brasileño Hulk y los argentinos Lisandro López y Lucho González.

Hulk, de 22 años, es la nueva sensación de la Liga portuguesa, un auténtico atleta con una potencia descomunal que siembra el terror en las defensas, que no saben cómo parar esa mezcla de velocidad, fuerza y técnica. Lisandro, máximo anotador del campeonato luso la temporada pasada con 24 goles, es el típico delantero sudamericano, cuyo estilo aguerrido recuerda al de un conocido de la Liga española, el uruguayo Walter Pandiani, aunque el argentino es más técnico.

"El comandante" Lucho González, antiguo objeto de deseo de clubes como el Atlético de Madrid o Valencia, es el jugador con más calidad del equipo y quien tiene más libertad de movimientos en el campo. No en vano, el internacional argentino, famoso por sus sublimes pases y su buena llegada al área, ya se ha ganado el estatuto de capitán tras tres temporadas en el equipo blanquiazul, durante las que fue, con diferencia, el mejor jugador de la Liga lusa.

En el centro del campo, destaca el internacional portugués Raúl Meireles, un nuevo Maniche que mezcla técnica y trabajo defensivo con un gran disparo a larga distancia, y el pivote brasileño Fernando, heredero del Paulo Assunçao. Otro nombre importante es el extremo uruguayo Cristian Rodríguez, un jugador rapidísimo pero que parece no terminar de explotar.

La defensa está liderara por Bruno Alves, típico central de la escuela de zagueros del Oporto, que se caracteriza por su rapidez, contundencia y buena llegada a gol, gracias a su excelente golpeo a balón parado y su imponente juego aéreo. El compañero de Alves es Rolando, un espigado defensa que se ha convertido en una de las sorpresas más agradables del campeonato doméstico por su fiabilidad y su dominio del juego aéreo.

El punto más débil del campeón portugués son las bandas, en las que ni el rumano Sapunaru, ni el brasileño Lino, ni el argentino Fucile ofrecen grandes garantías.

La portería está defendida por el brasileño Helton, un guardameta irregular que ha causado más de un disgusto a la parroquia blanquiazul.

El Oporto, tercero en la Liga a dos puntos del liderato, está dirigido por "El profesor" Jesualdo Ferreira, de 62 años, un entrenador con una dilata experiencia en la Liga lusa, aunque con escaso currículo internacional.

"Los dragones" tienen a su favor su amplia experiencia internacional, durante la que han coleccionado dos Copas de Europa (1986, 2004), una Copa de la UEFA y dos Copas intercontinentales (1987, 2004), entre otros títulos.