ESPANYOL: Gorka Iraizoz, Armando Sá (De la Peña, min. 57), Lopo, Jarque, Domi, Costa, Moisés Hurtado, Juanfran, Luis García, Jofre (Coro, min. 73) y Pandiani.

DEPORTIVO: Molina, Manuel Pablo, Andrade, Juanma, Capdevila, Duscher, Coloccini, Víctor (De Guzmán, min. 81), Munitis, Rubén Castro (Sergio, min. 62) y Arizmendi (Tristán, min. 46).

GOLES: 0-1, min. 4: Rubén Castro (p). 1-1, min. 56: Luis García (p). 2-1, min. 90: Pandiani.

ARBITRO: Medina Cantalejo (comité andaluz). Amonestó con cartulina amarilla a Lopo, Armando Sá, Gorka Iraizoz, Munitis, Capdevila, Duscher, Víctor y expulsó con tarjeta roja directa a Coloccini (min. 61).

En un choque vibrante que hizo justicia al viejo prestigio de la Copa del Rey, el Espanyol tomó ventaja en la semifinal gracias a un postrero gol del exdeportivista Walter Pandiani que premió la fe del conjunto catalán y obligará al Deportivo a multiplicar esfuerzos en el choque de vuelta.

Sólo a través del hechizo que genera una final de Copa se puede explicar un encuentro tan intenso y exigente. En Montjuic hubo de todo; goles, polémica arbitral, una expulsión y especialmente, una remontada muy sudada a cargo del Espanyol frente a un Deportivo que se fue desinflando.

Marcado por una decisión arbitral, el partido cambió en el tercer minuto de partido al señalar un penalti que transformó Rubén Castro.

De la misma manera, con otro lanzamiento desde los once metros, conseguiría el Espanyol recuperar la cara al encuentro en el minuto 56. Sería Luis García el encargado de materializar el 1-1. Cuando el partido tocaba su fin, el exdeportivista Pandiani estableció el 2-1 que deja la eliminatoria abierta.