Marco Pantani, fallecido en Rimini el sábado y que ayer fue enterrado en medio de una impresionante manifestación de dolor, dejó escrita una carta a su familia en la que reconoce que había sido humillado "por nada" y muestra su esperanza de que su historia sirva de ejemplo para los deportistas.

La carta fue leída ayer en Cesenático por su representante Manuela Ronchi durante los funerales celebrado en la iglesia de San Giacomo de esta localidad, donde reside la familia.

"He sido humillado por nada. Durante cuatro años estoy en todos los tribunales, he perdido las ganas de ser como muchos otros deportistas, pero el ciclismo ha salido perjudicado y muchos jóvenes han perdido la esperanza en la justicia", son palabras de Pantani leídas por Manuela Ronchi durante la ceremonia fúnebre de ayer.

"Yo me estoy hiriendo con el testimonio de una verdad sobre mi documento, para que el mundo se dé cuenta de que todos mis colegas han sufrido humillaciones, en habitaciones con tele-cámaras escondidas para intentar arruinar a las familias", dice el fallecido deportista italiano en un documento de nueve páginas difundido ayer.