La segunda jornada había comenzado temprano y propicia para el ecuatoriano Jefferson Pérez, que completó un triplete sin precedentes en 20 kilómetros marcha al proclamarse campeón mundial por tercera vez consecutiva, relegando por tercera vez al español Francisco Fernández, que por momentos estuvo descalificado, al segundo puesto.

Sólo el más grande marchador de todos los tiempos, el polaco Robert Korzeniowski --hoy entrenador de Paquillo--, había logrado antes tres títulos mundiales, pero en forma discontinua.

El Jurado de Apelación, atendiendo una reclamación de la Federación Española, corrigió la decisión primera de los jueces y recalificó a Paquillo Fernández, que había birlado la medalla de plata en la misma línea de meta al tunecino Hatem Ghoula. El mexicano Eder Sánchez, que había subido al tercer puesto con el revés del español, volvió al cuarto por decisión del Jurado.

Jefferson invirtió un tiempo de 1h22:20 en recorrer los 20 kilómetros en condiciones climatológicas extremas: 31 grados de temperatura y 70 por ciento de humedad ambiental, una combinación letal para pruebas de largo aliento.

GRAN CITA El estadounidense Tyson Gay batió con un tiempo de 9.85 al ser humano más rápido del planeta, el jamaicano Asafa Powell, en la final más esperada de los Mundiales de Osaka, la de 100 metros, que llenó por vez primera el estadio Nagai.

La derrota de Powell, que terminó en 9.96 segundos, fue de insospechadas proporciones pues también cedió el segundo puesto al bahamés Derrick Atkins, que con un registro de 9.91 estableció un nuevo récord nacional.

Era el duelo más esperado de los campeonatos. Powell, de 24 años, plusmarquista mundial con una marca de 9.77 dos veces refrendada, frente a Tyson Gay, de 25, líder mundial del año con 9.84 y autor de un registro de 9.76 no homologado porque el viento superaba el límite de dos metros (2,2).

Las semifinales, dos horas antes, no descubrieron nada. Powell se frenó en la primera y dejó que el bahamés Derrick Atkins llegara primero en 10.04 mientras él se demoraba cuatro centésimas. En la segunda Gay se protegió contra el nulo (tardó 170 milésimas en partir) y aún así venció con 10.00.

En la hora suprema, Gay arriesgó más en la salida. Dejó los tacos incluso más rápido que el jamaicano (143 milésimas frente a 145), pero éste le tomó la delantera en la segunda fase de la carrera. El triunfo parecía seguro para Powell, pero el americano aún no había dicho su última palabra. En los últimos 20 metros surgió incontenible al tiempo que aflojaba el jamaicano hasta quedarse, incluso, sin la medalla de plata.

La sueca Carolina Cluft logró varias gestas simultáneas en el heptatlon: su tercer título mundial consecutivo, su decimonovena victoria sin derrotas y un nuevo récord de Europa con 7.032 puntos, más cerca del récord mundial de la estadounidense Jackie Joyner-Kersee (7.292).

Kluft necesitaba hacer 2:14.89 en la última prueba, los 800, para romper el muro de los 7.000 puntos y paró el cronómetro en 2:12.56, lo que añadió 927 a su cosecha anterior. Había batido el récord de Europa que durante 18 años perteneció a la rusa Larisa Nikitina con 7.007.

Invicta en los seis últimos años, la rubia sueca batió con claridad a la ucraniana Lyudmila Blonska, que batió el récord nacional con 6.832 puntos, y la británica Kelly Sotherton fue tercera con 6.510.

En la final femenina de peso hubo sorpresa. Valerie Vile, ex jugadora de baloncesto neozelandesa de 190 centímetros de estatura y 110 kilos de peso corporal, se colgó el oro en peso con la marca de su último tiro, 20,54 metros, la mejor del mundo este año.

La bielorrusa Nadezhda Ostapchuk, se disponía, con un lanzamiento de 20,48, a saborear su segunda corona cuando la fornida neozelandesa le arrebató el primado y luego explotó de alegría al comprobar que su rival, se quedaba seis centímetros atrás.

La medalla de plata, ya por debajo de los 20 metros, fue para la veterana alemana Nadine Kleinert, actual subcampeona olímpica, que hizo su mejor lanzamiento del año con 19,77.