Resulta curioso el contraste entre las dos páginas anteriores de este diario y el momento que vive el deporte extremeño, donde la crisis sí que ha aparecido a nivel empresarial, pero no rotundamente. ¿El motivo? La apuesta de la Junta a través de Marca Extremadura gracias a lo cual la mayor parte de los equipos han podido impulsar de forma ambiciosa sus respectivos proyectos.

La inyección de dinero público se calcula en, al menos, dos millones de euros para las distintas entidades profesionales de fútbol, baloncesto, fútbol sala, voleibol y balonmano, que ahora llevan el apellido Extremadura. La iniciativa con la intención de divulgar la imagen de la región ha evitado seguramente el hundimiento de algunos clubs, que paralelamente han visto recortados sus ingresos de publicidad de procedencia privada, como reconocen varios de ellos a nivel privado.

Relanzamiento

Marca Extremadura ha propiciado, por ejemplo, que el Cáceres 2016 pudiese conseguir una plaza de la LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto, con más de 500.000 euros de subvención.

Mientras tanto, los 150.000 que recibirá el Plasencia han supuesto un gigantesco respiro para el club de LEB Plata, sobre todo teniendo en cuenta que su patrocinador, la constructora local Galco, dejó de ser su tradicional espónsor el pasado verano. Curiosamente, sigue siéndolo del Getafe de la Primera División de fútbol.

También el Mérida espera unos 300.000 euros, fundamentales para poder afrontar la temporada en la Segunda B de fútbol, sobre todo después de que la crisis inmobiliaria le dejase sin dos de los tres patrocinadores que aparecían en el uniforme la pasada campaña. José Fouto, presidente los últimos cuatro años, ha asegurado que no se presentará a la reelección.

La iniciativa pública también ha permitido a Arroyo de la Luz (Liga FEV de voleibol) o Zorita (Primera A de fútbol sala) puedan sacar adelante a sus clubs, enclavados en localidades sin demasiado tejido industrial pero de enorme entusiasmo.

Otros clubs como el Forma Cáceres 2016 --con algo menos de 100.000 euros de Marca Extremadura-- viven muy pendientes de que la desaceleración económica no les afecte: su patrocinador es una empresa que distribuye materiales de construcción.

A todo ello hay que sumar que los extremeños de deportes individuales, como atletas y nadadores fundamentalmente, siguen aspirando a distintos niveles de becas públicas, aunque su reparto suele generar controversia.

El único deporte que se ha resentido por la situación es el ciclismo. El retroceso lo vivirá en sus carnes el equipo Extremadura, que ya no podrá competir, como en los últimos cuatro años, en el ámbito de las categorías profesionales precisamente porque la Junta rebajará su aportación. Ahora se centrará en la base y en los sub-23.