Un día normal desayunan juntos "sobre las 9.30 horas" y preparan la sesión principal de entrenamiento, fijada sobre las 11.00. La zoriteña Teresa Urbina y el toledano Eugenio Barrios están inexorablemente unidos por el atletismo y el amor. Y lo llevan bien, según sus testimonios.

Como ocurre con la también extremeña Cristina Jordán y el técnico Vicente Ubeda, Urbina y Barrios son novios y residentes en Madrid. Ahí unen fuerzas, espíritu, sensaciones. "Corría el 2012 y estaba volviendo a competir después de un año y medio lesionada. Todo me estaba costando mucho. Había sido mucho tiempo fuera de competición, de mi nivel, de marcas... pero sobre todo no estaba motivada y había perdido la confianza en mi anterior entrenador", relata Teresa Urbina sobre el inicio de todo.

Y sigue la zoriteña. "Aguanté un poco más, pero en marzo vi que así no iba a ninguna parte. Me planteé muchas cosas, no tenía claro qué hacer, y necesitaba volver a estar motivada y con ganas. Coincidió que él había dejado el atletismo profesional hacía poco, así que empecé a darle vueltas a esa posibilidad. Conversaciones con algún amigo en común y personas de confianza y lo vimos claro. Al principio, dudaba si él accedería porque estaba en juego su futuro laboral, pero afortunadamente no me costó convencerle, jajaja", cuenta. Ya por entonces eran pareja.

Y hay más, mucho más. "Ella me conoce muy bien y sabía que mi idea era la de ser entrenador de atletismo y formar mi propio grupo, pues toda mi vida y mi preparación universitaria había ido destinada al conocimiento del entrenamiento deportivo. En un momento de su carrera deportiva, ella no terminaba de estar a gusto con su anterior entrenador, y decidimos afrontar juntos esta nueva etapa. Yo ya tenía el título de entrenador nacional y me sentía preparado para ello".

Barrios, que llegó a ser campeón de España de 800 metros, asume que "mentiría" si afirmara que compaginar vida privada y 'obligaciones' de deportista de élite es una tarea sencilla. Pero van saliendo de las dificultades. "Teresa y yo durante ese tiempo hemos conseguido tener un punto muy acertado de paciencia y separación de roles, que hace que en la pista seamos entrenador y atleta, y en casa una pareja normal que habla de atletismo y otras cosas".

Sin privilegios

El técnico lo tiene claro, por lo que su explicación es diáfana. "Cuando realizo planificaciones y entrenamientos, ella no tiene privilegios y no le doy demasiada información. Si hablamos de atletismo son aspectos más psicológicos, tácticos y sociales que puramente técnicos. Nos obligamos a evadirnos del deporte en muchas ocasiones. Es la manera de disfrutar sin que sea tóxico".

La atleta extremeña asiente. "Como dice 'Uge', fácil no es, pero poco a poco hemos sabido equilibrar las dos cosas. Los principios fueron complicados, porque los dos tenemos mucho carácter, y a ello hay que sumarle que entrenamos con el pulso demasiado alto a veces". Pero ahí también han progresado. "Con el tiempo hemos aprendido a tener más paciencia y a respetar el rol de cada uno entrenando", dice la zoriteña, que este mes cumple 31 años. "Como todo en la vida, es cuestión de práctica y actitud", resuelve.

Barrios cuenta más sobre el día a día. Tras el entrenamiento matinal, "yo vuelvo a casa a comer y me pongo a trabajar. Soy entrenador personal y en ciertos momentos del año doy clases de entrenamiento deportivo y fisiología para técnicos deportivos". Varias tardes a la semana, "según ocupación, también vuelvo a la pista para controlar entrenamientos importantes en la segunda sesión del día. Cuando llego a casa sobre las 21.00 horas y hasta las doce, que es cuando 'Tere' se acuesta, es nuestro tiempo de relax".

Tras ello, informa el técnico, "ya solo en la habitación, vuelvo a mi ordenador y elaboro entrenamientos, leo artículos de interés, busco información, etcétera, siempre relacionado con el deporte y el rendimiento. Me encanta aprender cada día sobre nutrición, coaching, periodización, actualidad... me acuesto bastante tarde. Es una manía que tengo", asume el exatleta toledano.

Teresa, durante el día, tiene otros cánones rutinarios. "Mi ritmo varía en que, al tener beca en la Residencia Blume, yo me quedo a comer allí siempre y algunos días además sumo horas por temas de fisios, masajes, spa ... si me toca doblar lo hago allí también. Si no, vuelvo a descansar y aprovecho la tarde para hacer otras cosas, aunque hay días que el cuerpo no me da para mucho...".

Los Juegos

Es éste un año especial, por lo que el objetivo común es evidente para una atleta internacional de su nivel. "Es temporada de JJOO. Eso ya lo dice todo. Para todos los deportistas estos años olímpicos son diferentes. Se respira algo especial y sabemos perfectamente lo que queremos sin preguntarnos. Ocurre pocas veces en la vida y es un privilegio poder vivirlo", dice la atleta del FC Barcelona.

Y ahí también van de la mano. "Pasas a formar parte de la historia y creo que algo que queda marcado en la retina de todo el que puede experimentarlo. Mi sueño más cercano: poder disfrutar de la experiencia olímpica con él. Vivirla juntos en Río. Estoy convencida de que así será si la suerte está de mi lado y las lesiones o enfermedades me respetan", asegura convencida la extremeña.

El, por supuesto, también mira al mismo lado. "Todas las temporadas tienen objetivos muy interesantes. Sin embargo, no encontrarás a un deportista que no sienta nada especial al competir en una olimpiada. En los Juegos Olímpicos está la esencia del deporte: compañerismo, competitividad, superación, etcétera. Y este año, con los Juegos de Río en el horizonte, el objetivo sin duda es estar en ellos y competir con la selección española y con los mejores atletas internacionales", desea.