«No quería que llegase este momento. He dicho que no me iba a emocionar, pero…». Por momentos, la mascarilla le echó un cable a Luis Parejo en la pretensión de que sus lágrimas en su acto de despedida como jugador del Cáceres Patrimonio de la Humanidad no asomasen demasiado. Pero al final no pudo contenerlas en una conmovedora disertación en la que, pese a no formar ya parte del proyecto verdinegro, siguió ejerciendo de ‘hombre de club’. Llegó a pedir a los aficionados a los que no les ha gustado su controvertida marcha que ««se dejen de tonterías» porque «no es Luis Parejo o la directiva». «El Cáceres está por encima de todo. Hay que seguir apoyando al club. Han sido siete años maravillosos, llenos de vivencias, espectaculares. No me gustaría que la tensión que hemos vivido durante la negociación empañase la relación magnífica que hemos tenido desde el primer día», mantuvo.

Fue el momento quizás más amargo porque las versiones de ambos sobre el porqué de su salida siguen sin concordar del todo. «Tengo que respetar la decisión del club, los tiempos. Todo el mundo tiene sus motivos», dijo el jugador, dando a entender que la oferta cacereña había sido tardía e insuficiente, y que se habría producido después de tres semanas de nula comunicación.

A_renglón seguido, el presidente de honor del Cáceres, Pedro Núñez, habló más abiertamente: «No somos quienes nosotros para abortar cualquier iniciativa que pueda tener un jugador para poder echar unos años mejores en el tema económico. Ante las incógnitas que hay de cara a la próxima temporada era muy difícil hacer esfuerzos. No podíamos decirle que se quedase por lo mínimo, no darle lo que se merece».

Reticente a analizar los motivos del adiós («hoy no es el día de eso»), Parejo habló de «una decisión muy meditada» aunque «todos somos muy románticos». «Me veía aquí para siempre, pero esto es deporte profesional. Separamos nuestros caminos y afrontamos nuevos retos, tanto el club como yo, con la máxima ilusión posible», intentó zanjar.

Sí. Ese fue el ‘leit-motiv’ de la comparecencia: la coincidencia general en que el almeriense, de 31 años, volverá tarde o temprano, ya sea en la pista o con un cargo fuera de ella. «Puede hacer muchas funciones», señaló Núñez, que señaló que hablaba en su condición de componente del grupo «de empresarios que sustentamos cada año avalar al club para que pueda competir».

PERSONAS Y MOMENTOS / Parejo intentó no olvidarse de nadie en su larguísima lista de agradecimientos, encabezada por el que envió a su familia. «Cristina, te quiero muchísimo», proclamó refiriéndose a su esposa. Sus padres, Marimar y Luis, viajaron desde Almería para estar con él y al mismo tiempo vigilar a la pequeña Celia, de apenas dos años y que llegó a unirse a la mesa durante el discurso que traía escrito su padre.

Los nombres propios se sucedieron: los responsables de comunicación Jorge García León («la primera vez que me habló lo hizo como si me conociese de toda la vida, con todo ese lenguaje suyo de ‘calorro’ y tal») e Irene Andrada («sin ti la imagen del club no estaría donde está hoy en día»); el preparador físico Mario Díaz Hellín («me ayudó mucho en mi primera temporada con mi lesión en el pie, haciendo un trabajo que nadie ve»); los entrenadores Ñete Bohigas y Roberto Blanco («por enseñarme y guiarme cada día, todos los consejos se van quedando dentro»); los delegados como Emlio de Alba, «todos los directivos», el utillero Pepe Casares («un fenómeno») y la Cristina Merino «por ser la que recogía los muchos paquetes que me mandaban a la sede». A Julio Martínez, uno de los dueños del restaurante ‘El Montaíto’, llegó a definirle como «uno de los padres que he tenido aquí».

Capítulo aparte merecieron sus compañeros. «Todos los que he tenido aquí son mis amigos, los españoles y los extranjeros. No me he llevado mal con ninguno», aseguró. Y volvió a vestirse de ‘hombre corporativo’ al referirse a los canteranos («es increíble el cariño y la ilusión con las que nos reciben los niños cuando vamos a verles») y a empresas e instituciones: «les pido que ayuden al club en la labor social que desempeñamos, no solo la deportiva. El baloncesto es una escuela de valores». Como se ve, no podía evitar seguir hablando en primera persona del plural... y en presente.

Por descontado, también se refirió con máximo cariño a los aficionados. «Me habéis adoptado como un ‘catovi’ [expresión popular que equivale a «cacereño de toda la vida»], pero la verdad es que yo me he dejado. Es imposible no enamorarse de esta ciudad, que respira baloncesto por los cuatro costados, y de su gente».

Sobre los medios, consideró que las columnas que escribió a diario en EL PERIÓDICO EXTREMADURA durante el confinamiento fueron «como una premonición»: «Lo que empezó siendo un diario terminaron siendo unas memorias de lo que he vivido en Cáceres»

También se detuvo en varios momentos especiales con la camiseta del Cáceres, destacando sobre todo el del ascenso a LEB Oro del 25 de abril de 2015, con un triple suyo decisivo en la última jornada de la liga regular ante el Guadalajara. «Significó mucho para mí, para los aficionados, para el club», resumió. También calificó de «sorpresa» jugar los ‘playoffs’ de ascenso la siguiente campaña y no olvidó la «fiesta» de la permanencia ante el Real Canoe en la 2018-19. De la pasada, interrumpida abruptamente por el covid-19, se queda con la victoria ante el Breogán a domicilio en la primera vuelta. «Teníamos revanchas personales los que llevábamos más tiempo aquí», aseguró, en referencia a la que probablemente ha sido la derrota más abultada de su carrera deportiva y de la historia de la propia entidad (50-113 frente a los lucenses en la 2016-17).

INDISCRECIÓN y HUESCA / El papel del presidente del club, José Manuel Sánchez, fue reiterar que ‘Parex’ tendría un puesto en el futuro («se le colgará la camiseta [en el pabellón], las botas y lo que haga falta; tendrá el homenaje que le corresponde») y cometer la indiscreción de desvelar el ‘secreto a voces’ de su nuevo destino, todavía no anunciado oficialmente. «Desde Huesca nos estará apoyando», se le escapó, siendo corregido inmediatamente por el jugador, que intentó arreglarlo con un «todavía no sé dónde jugaré» que no se sostiene por ninguna parte.

«Es un momento triste, pero hay que tener en cuenta que esta salida es solo un paréntesis que se va a hacer en nuestras vidas. Luis va a volver al club, al que quiere como nadie y por el que lo ha dado todo dentro y fuera de la pista. Que le vaya lo mejor posible. Te queremos. Tu corazón siempre será verdinegro. La puerta se abre, pero no se cerrará nunca», apostilló el presidente.

RENOVACIÓN DE PACO DEL ÁGUILA / Resultó sorprendente que, pasadas las 10.00 horas de este lunes, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad informase de la renovación de Francisco Salvador del Águila, conocido deportivamente como Paco del Águila. No tanto fue así por la continuidad de un jugador que entraba en los planes del club sino por el hecho de que se hiciese oficial apenas una hora antes del acto de despedida de Luis Parejo. Todo hace indicar que no hubo mala intención para intentar quitarle foco al ya excapitán y que fue un simple descuido. A los pocos minutos, el club retiró la noticia de sus redes sociales, aunque ya no podía echar marcha atrás en el comunicado que envió a los medios de comunicación.

Del Águila (Almería, 28-9-1999) llegó cedido la pasada campaña procedente del Basquet Manresa, donde llegó a debutar en la Liga Endesa en la temporada 2018-19. En sus cinco partidos en el Cáceres promedió 2,4 puntos y 4,4 rebotes en 17 minutos en pista. Formado en la cantera del Real Madrid, gustan mucho de él sus posibilidades de progresión y su adaptabilidad al puesto de ‘4’ a base de brega y tiro lejano.