Han dejado las carreras para hoy. O para mañana, quién sabe. Delante están, más o menos, los de siempre. Cómo no, Casey Stoner (Honda) le metió, al que menos, medio segundo de miedo en el cuerpo. En Moto2, Simone Corsi (FTR) fue el mejor pero, contrariamente a lo que ocurre en la categoría reina, en la cilindrada intermedia hay en el mismo segundo 19 pilotos. ¡19 pilotos! En ese mismo lapso de tiempo, en MotoGP, hay solo cuatro: Stoner, Marco Simoncelli, Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo. No está, claro, Dani Pedrosa, aún con dolores en las dos clavículas. Y, en la pequeña categoría, el candidato, el líder, el heredero de Marc Márquez, su amigo Nico Terol (Aprilia), domina con una mano. Bueno, con las dos, pero cualquier día de estos, si le deja el aguerrido Maverick Viñales, al que mañana felicitará en plena parrilla su jefa Paris Hilton, Terol es capaz de vencer con una sola mano.

Los policías secretas que controlan que nada le ocurra a Simoncelli --autor del empujón que acabó con Pedrosa por los suelos de Le Mans, herido y roto-- siguen pegaditos al box de Fausto Gresini.

Todo parece en calma. Todo está en calma. De momento, no ha aparecido ni una sola pancarta que persiga a Sic , que ayer, en los primeros ensayos, dio la impresión, como ha ocurrido en los dos últimos grandes premios, de que puede ganar. "Estaría bien y sería muy saludable --dijo ayer su amigo Valentino Rossi-- que todos contribuyéramos a que el ambiente se pacifique y disfrutáramos de un Gran Premio emocionante, espectacular y muy correcto".

EN BUSCA DE LA PAZ TOTAL Una periodista de Radio Nacional le preguntó así, de sopetón, a Jorge Lorenzo si podía armarse una buena en caso de que Simoncelli ganase. "Si es así --dijo el mallorquín-- por supuesto que le felicitaré. Marco no ha matado a nadie, no es un asesino, ya dije lo que tenía que decir sobre él y, a partir de ahí, pido a nuestro público que le respete como persona, como gran piloto que es y como alguien que, como todos nosotros, quiere contribuir al mejor espectáculo posible".