Una trama delicada, emociones fuertes y un final feliz. Casi de película fue ayer el partido del Extremadura que terminó en triunfo sufrido y valorado ante el Lugo. El encuentro, arropado con la máxima tensión que rodea a un thriller, contó con un reparto de excepción que impidió casi masticar las palomitas.
Como en toda película, un actor principal: Alex Alegría. El delantero placentino se ha convertido ya en ídolo de la grada azulgrana. Ayer tuvo dos ocasiones claras y las metió las dos para dentro. Una valió tres puntos. La otra fue anulada. Tres tiros a puerta de azulgrana en 120 minutos y tres goles (dos válidos).
Otro actor principal del filme fue el VAR, que en esta ocasión adquirió el papel de bueno, poco acostumbrado en Almendralejo. Su decisión en la jugada clave del partido, muy discutida en el Lugo, terminó otorgando un gol que previamente había anulado el auxiliar.
«Jugamos todos»
También entre los actores principales del encuentro, Manuel Mosquera, que en sala de prensa dio la enhorabuena a la afición «porque en Almendralejo no jugamos los que estamos en el campo, sino que jugamos todos. Y hoy hemos ganado todos». El gallego se encendió en tiempo de descuento y al más puro estilo Cholo Simeone (como se ve en la foto) levantó a la grada hasta el final.
Otro actor, quizá secundario, fue Curro Torres, técnico del Lugo. Acabó amargado por la decisión del VAR, por las expulsiones y por la impotencia. Y acabó con roja directa y a la caseta. Explotó en sala de prensa, insinuando que el gol de Alegría fue en fuera de juego.
También fue actor secundario Olabe, que hizo notable alto en su regreso hasta que una molestia muscular le dejó KO. Y Lomotey, que hizo un partidazo hasta la roja.
Pero el Goya fue para la afición y ésta, a su vez, lo devolvió con aplausos a José María Fernández de Vega, el productor almendralejense reciente ganador del Goya a la mejor película de animación con Buñuel en el laberinto de las tortutas. Su triunfo es el de la gente humilde. Como la de su pueblo. Como la del Extremadura.
