La duodécima jornada liguera en la Segunda Nacional de balonmano se resolvió de manera extraña, ya que sólo dos de los cuatro partidos pudieron jugarse con total normalidad. Talavera y Tierra de Barros empataron, Cáceres ganó a domicilio a Castuera, el Badajoz-Fuente del Maestre fue aplazado; y el partido entre APB y Plasencia tuvo ser suspendido a falta de cinco minutos.

Ambos conjuntos protagonizaban un magnífico espectáculo deportivo, hasta que un espectador, tras increpar al banquillo del equipo placentino en reiteradas ocasiones, invadió la pista provocando una trifulca en la que se vieron implicados y agredidos varios jugadores visitantes. Esta circunstancia obligó a la suspensión cuando se jugaba el minuto 24 de la segunda parte, y el resultado era de 29-24 favorable al APB. Ahora la pelota pasa al tejado del Comité de Disciplina de la Federación Extremeña, quien tomará cartas en el asunto. No se descarta una importante sanción económica al equipo local como responsable de la cancha y de la seguridad de la misma, así como el cierre del pabellón. El partido, pendiente del acta y de escuchar a las partes implicadas, deberá jugarse los minutos que restan.

Los dos partidos que sí pudieron concluir no fueron de gran calidad. El Tierra de Barros reaccionó ante el Talavera y arrancó un punto (23-23) y el Cáceres 2016 fue superior en Castuera (27-31).