Satisfacción en el bando verde, que sabía que tendría que sufrir para ganar al Diocesano. Pesar en el cuadro rojillo, que cree que el resultado más justo hubiese sido el empate. Así lo dijo al final su entrenador, Adolfo Senso. «Por los merecimientos de uno y otro, lo justo habría sido el empate». Se lamentaba también porque los dos goles fueron fruto de fallos colegiales: «Se han aprovechado de dos errores nuestros, el primer gol se lo hemos regalado y en el segundo ha habido un despiste en el marcaje de Murci. Solo me queda felicitarles por el trabajo y los puntos». «Son tres puntos muy importantes ante un muy buen rival», dijo Julio Cobos, técnico del Cacereño, «sabíamos que hoy iba a ser un partido complicado, que podíamos tener problemas». El empate al borde del descanso fue decisivo y así lo vio el preparador verde. «Irte al descanso con buenas sensaciones pero sin empatar... quizás el segundo tiempo hubiésemos tomados más riesgos y ellos en las transiciones son un equipo peligrosísimo».