El partido entre el Santos y el Morelia, correspondiente a la sexta jornada del Torneo Apertura del fútbol mexicano, tuvo que suspenderse el pasado sábado después de que los asistentes al encuentro escucharan disparos fuera del estadio Corona, en la ciudad de Torreón.

El tiroteo desató la alarma y cientos de personas invadieron el campo para protegerse. El incidente tuvo lugar en el minuto 40 del partido. Nada más escucharse el tiroteo, los jugadores, los árbitros y los banquillos de los dos equipos corrieron para protegerse. Parte del público se ocultó entre los asientos. No se registraron heridos, aunque el incidente ha dado la vuelta al mundo en la televisión.

Los disparos ocurrieron fuera del estadio, aparentemente cuando un vehículo de la policía federal respondió disparos de parte de unos desconocidos, según explicaron ayer fuentes de la directiva del Santos.

Tras confirmar el origen de los disparos y corroborar que no hubo finalmente heridos en el estadio, el presidente del Santos ofreció a los aficionados que permanecieran en las gradas para que pudieran observar otros partidos de fútbol en las pantallas.