Cero puntos. Siete asistencias. 17 minutos. Cifras normales para un novato en la NBA, aunque el protagonista hubiera estado mucho mejor en anteriores duelos. Lo que no ha cambiado es el signo derrotista de los Raptors, equipo en el que juega el extremeño José Manuel Calderón. Nuevo partido perdido, y van cuatro, para el conjunto de Toronto (93-105) ante Cleveland Cavaliers.

Los aficionados de Toronto siguen disfrutando del talento del base, pero al mismo tiempo continúan con el calvario de ver perder a los Raptors. La superestrella NBA, LeBron James, anotó 27 puntos y fue el líder de los Cavs, que se distanciaron en el segundo cuarto y no cedieron la iniciativa del choque.

Calderón aún no es titular, pese a su exhibición del anterior partido (20 puntos) y Sam Mitchell volvió a confiar en James, que mejoró anteriores actuaciones y terminó con 17 puntos. El signo perdedor de los Raptors no cambió, sin embargo, en este partido, con lo que se consolidan como uno de los peores equipos de la NBA y ahora deberán esperar varias jornadas (hasta el viernes) para, en un varios partidos consecutivos fuera, intentar cambiar la negativa racha.

La prensa local sigue criticando al entrenador, Sam Mitchell, al que continúan criticando sus tácticas, y ensalzando la labor del base extremeño, uno de los favoritos también del público de Toronto.

Los Raptors tuvieron en el alero Chris Bosh a su máximo encestador con 26 puntos, 12 rebotes y tres asistencias. Calderón ni siquiera intentó un solo tiro a canasta, dedicándose a tareas defensivas y a repartir pases de canasta. De nuevo, el de Villanueva, pese al dato positivo, sigue con el mismo discurso: su aportación no es suficiente si el equipo, como es costumbre, cae.