Nadie le dio demasiada importancia a la presencia del estadounidense Lester Bo McCalebb en la selección de Macedonia para el Eurobasket. Nadie, aunque McCalebb, nacido en Nueva Orleans hace 26 años y con 1,83 de estatura, es por derecho propio ya una estrella de la Euroliga con su actual equipo, el Montepaschi Siena, tras despuntar en el Partizan, con el que logró su inclusión en el mejor quinteto de la competición en el 2010.

La presencia de McCalebb en Macedonia, tras obtener el pasaporte en el 2010, podía tener similitudes con la de Thomas Kelati (Polonia) o Earl Rowland (Bulgaria). Pero este explosivo base, de una potencia física descomunal, se está ganando de sobra la nacionalización y ha demostrado su identificación con su país de adopción.

Tras brillar ante Georgia y lograr la clasificación para cuartos el 8 de septiembre, sus primeras declaraciones fueron para recordar que ese día se conmemoraba la independencia de Macedonia. "Me siento muy feliz aquí y hago lo que me gusta, que es jugar a baloncesto".

Con McCalebb, la selección de Macedonia, un país de apenas dos millones de habitantes, que obtuvo su independencia de Yugoslavia en 1991, se ha convertido en la sensación del torneo. "Nadie nos ha tomado demasiado en serio y hemos sacado provecho de esta situación para ir avanzando. Ahora llegamos a semifinales sin ninguna presión", cuenta McCalebb, el máximo anotador del equipo con 20,9 puntos y uno de los verdugos de Lituania en cuartos. "Lo que hicimos, en su pista, delante de 15.000 aficionados, fue grande".

Todo el mundo apunta al base nacionalizado para explicar el secreto de un equipo que ya estuvo a punto de colarse en los cuartos de final del Eurobasket de Polonia hace dos años y que en esta edición ha ido tumbando a Grecia, Croacia, Bosnia, Lituania y solo perdió con un triple final ante Rusia, uno de los favoritos al título.

Pero España haría bien en no olvidarse del base Vlado Ilievski y del pívot Pero Antic, de 2 ,10, como referencias de un gran bloque.