El Real Madrid se juega la supervivencia en la máxima competición europea en el infierno de Marsella, pese a que solo un descalabro monumental ante el Olympique les privaría de seguir en la Liga de Campeones.

Una derrota por tres goles de diferencia en el estadio Velódromo combinada con un triunfo del Milan ante el Zúrich es la única ecuación que priva a los blancos de seguir entre los mejores. Una posibilidad que los marselleses abrazan con más ilusión que realismo y que alimentan con la amenaza de convertir su estadio en un infierno para sus rivales encandilado por la afición más numerosa y activa de Francia.

Tras cinco años consecutivos cayendo en octavos, el Madrid busca también el primer puesto del grupo C en una temporada especial, con la posibilidad de conseguir la décima Copa de Europa en la final que acogerá el estadio Santiago Bernabéu.

Para ello, les basta con no perder ante el Marsella, algo que no han hecho en las tres veces que se han medido en Liga de Campeones. El Madrid ha demostrado este año personalidad lejos del Bernabéu, donde no ha perdido en esta Liga de Campeones. Sin embargo, a los blancos no se les da bien Francia, donde han perdido en las tres últimas visitas, contra el Mónaco y contra el Lyon en dos ocasiones.

El Madrid afrontará el duelo sin haber resuelto las dudas que despierta su juego, pero con la calma de que los resultados, entretanto, no han faltado.

SIN KAKA Jugará el equipo español sin una de sus referencias, Kaká, a quien la pubalgia con la que acabó el intenso clásico del Camp Nou de hace dos semanas deja en el dique seco para una cita en la que los madridistas tienen prohibido fallar.

Todas las miradas se dirigen a Cristiano Ronaldo, que llega tras haber sacado a relucir la peor de sus caras. En el sufrido triunfo ante el Almería no celebró un gol de Benzema, se quitó la camiseta tras marcar un tanto intrascendente y acabó expulsado por agredir a un rival. Tras pedir perdón a sus compañeros, en Marsella quiere redimirse.

Anda dando vueltas al equipo Manuel Pellegrini, buen psicólogo del vestuario, que sabe que su capitán, Raúl, comienza a estar tocado. No jugó un minuto ante el Almería el pasado sábado, algo que no había sucedido en la competición doméstica en toda la temporada. El atacante lucha por recuperar un hueco.

Algo similar le sucede a Karim Benzema, que se perfila titular en su regreso a Francia. También es novedad Lass Diarra, que vuelve a asumir el peso del juego tras cumplir su sanción.

Pellegrini aseguró ayer que su equipo "saldrá a ganar". "No venimos a refugiarnos en un marcador, saldremos a ganar el partido desde el primer momento para tratar de ser primeros de grupo", aseguró el técnico madridista tras el entrenamiento.

Enfrente un Marsella que ha puesto firmes a sus tropas para rebañar sus últimas opciones de seguir en la Liga de Campeones, condenados a una gesta que, en palabras de Fernando Morientes será "tremendamente complicada". Conocedor del Madrid, el delantero sabe que conseguirlo pasa por hacer un partido completo y esperar a una de esas mediocres noches que el Madrid ha tenido esta temporada.