El pabellón Municipal de Madroñera se prepara para acoger mañana un nuevo llevo. «Y eso significa que habrá gente que se tendrá que marchar para casa sin poder ver el partido». Lo cuenta Pedro Barquilla, entrenador de la AD Madroñera, que vive con pasión su primera temporada en la Segunda División B de fútbol sala y que este viernes disputa ante el Integra2 Navalmoral (19.00 horas) su primer derbi en esta nueva categoría.

Espera el Madroñera más público que en otros partidos, pero lo habitual es que entre 300 y 500 personas cubran la grada en cualquier encuentro (en la localidad hay 2.500). «El ambiente siempre es espectacular», explica Barquilla, que cumple su quinta temporada al frente del equipo madroñero. «Y no solo es que venga mucha gente, es que la afición está muy metida en el partido, es muy ruidosa, no para de animar. Tenemos un grupo de animación que no falla nunca». No es una situación nueva. Llevan así varias temporadas.

Ese ambiente es ya bien conocido en el grupo IV de Segunda B («y temido»), donde el Madroñera está viviendo un «buen inicio». Se han disputado ya 12 jornadas y está en la décima posición (hay 16 equipos) con 14 puntos, uno más que su rival de mañana. «Todo el mundo nos decía que había que hacerse fuertes en casa, porque ahí es donde se logra la permanencia, nuestro primer objetivo», cuenta el técnico, profesor en el colegio Alba Plata de Cáceres. Y el Madroñera ha hecho caso a los consejos: 11 de los 14 puntos los ha conseguido ante su gente, donde solo ha perdido contra el Leganés, líder del grupo. «¡Es que ese es de otra categoría!». De todas formas, Pedro Barquilla tiene claro que «en Madroñera va a ser difícil puntuar para los rivales, por el ambiente y por el equipo».

El equipo del pueblo

El Madroñera mantiene el bloque de temporadas pasadas. De los 12 jugadores del equipo sénior, 10 consiguieron el ascenso. «Hemos repescado a un chaval de Madroñera que estuvo jugando en el Navalmoral (Darío Castillo) y hay otro chico de Zorita». En resumen, 11 de los 12 futbolistas son de la localidad. Sin embargo, muchos están fuera por estudios o trabajo, lo que ha llevado a Pedro Barquilla ha organizar uno de los dos entrenamientos semanales en Cáceres. Es los martes. «Elegimos Cáceres como punto intermedio. Unos estamos ya aquí, otros vienen de Badajoz, Mérida y de Madroñera». Los viernes sí se ejercitan en su pabellón, aunque a veces son entrenos light, «ya que al día siguiente a veces nos espera una buena paliza de autobús».

Barquilla describe al Madroñera como un equipo con mucha intensidad defensiva, «agresivo en el buen término de la palabra», al que le gusta «achuchar», presionar arriba al rival. «Hacemos un fútbol sala bastante directo. Tenemos tres pívots bastante buenos y muchas individualidades», cuenta el técnico, que intenta sacarles a todos el máximo rendimiento.

Y de momento lo está consiguiendo. La adaptación del equipo a la categoría está siendo bastante buena. «No sabíamos cómo iban a reaccionar los jugadores, para todos excepto Darío es nueva. Y la mayoría han reaccionado muy bien, de ahí que tengamos bastante puntos para ser un recién ascendido.

A esa buena adaptación han ayudado sus incondicionales, un numeroso grupo de aficionados que no faltan nunca. Y en la cantera se notan los éxitos de los sénior. El Madroñera tiene equipos desde benjamín hasta juvenil. «En los partidos en muy habitual ver a los niños con la camiseta del equipo, los chavales quieren llegar al primer equipo y ser como los jugadores que ven».

Mañana recibe el Madroñera al Navalmoral en un derbi que Barquilla espera igualado, aunque espera que el fáctor afición lo decante de su lado.