Celta: Pinto; Angel, Tamas, Lequi, Placente; Irney, Oubiña; Gustavo López (Núñez,m.21), Canobbio, Nené (Contreras, m.82); Baiano (Perera, m.76).

Valencia: Cañizares; Miguel, Navarro, Ayala, Moretti; Edu, Albelda; Vicente (Morientes, m.27), Silva (Joaquín, m.55), Angulo (Gavilán, m.55); Villa.

Goles: 0-1 Navarro, m.40. (1-1) Baiano, (m.44) 2-1 Iriney (m.51) 3-1 Canobbio (m55). 2-3 Morientes (m.62)

Arbitro: Iturralde González (colegio vasco). Expulsó al entrenador local Fernando Vázquez por roja directa en el minuto 50 y al jugador visitante Gavilán en el 93 por doble amarilla. Amonestó a los jugadores locales Oubiña, Baiano, Iriney, Pinto, Perera y a los visitantes Ayala, Navarro, y Edú.

Incidencias: 18.000 en Balaídos.

Paso atrás del Valencia en la clasificación, tras sumar su primera derrota de la temporada a manos de un Celta que recuperó el gusto por el buen juego y las oportunidades de gol, aunque su falta de puntería y los errores en defensa, sus mayores lastres esta temporada, le complicaron más de la cuenta una victoria balsámica para el conjunto gallego.

Dominó el Celta a su antojo la primera mitad frenando la salida del cuadro valenciano al contragolpe, anticipándose en sus pases, y evitando que Villa se hiciese con la pelota pero una vez más volvía a verse superado en el marcador gracias al tanto de cabeza logrado por David Navarro en el cuarenta y uno tras una un saque de falta desde banda derecha mal defendido por la zaga celeste, uno de los lastres del equipo vigués esta temporada y que ya le ha costado demasiado disgustos.

Con todo no se hundió el equipo vigués que devolvió el golpe sólo tres minutos más tarde en un disparo cruzado de Baiano al segundo palo tras un desmarque que le dejó sólo en el área chica. No aflojó el Celta en la reanudación. Crecido por el empate volvió a creer en sus posibilidades y en lo factible de una victoria que se lanzó a buscar y que comenzó a fraguarse sólo seis minutos después en un fuerte disparo salido de los pies de Iriney.

Y sólo cuatro más tarde Canobbio llevaba el tercero a la cuenta celeste tras un disparo desde a frontal del área que se coló entre las piernas a Cañizares tras botarle mal el esférico. Un gol con el que el Celta dejaba tocado a un Valencia que recibía más goles en la tarde de hoy que en los cinco partidos anteriores (tan sólo dos). Y a punto estuvo de llegar el cuarto en un disparo de Antonio Núñez que estrelló un nuevo balón en el poste. Fue sin embargo Morientes quien resucitó al equipo gracias a su gol, pero de poco sirvió a los visitantes.