Félix Campo ni siquiera habla con sus jugadores. Ahora resulta que la vieja historia que siempre cuenta gente de su confianza como Nacho Aguinaga y Juan Ojalvo va a ser verdad, y que no sólo algunos periodistas nos vemos privados de hablar con él porque, simplemente, no responde a quienes él cree que le perjudicamos. Aguinaga y Ojalvo dicen que no les coge el teléfono a veces, aunque en sus casos, afirman, es porque está muy ocupado. El último ´damnificado´ es el jugador David Rocha, harto también de intentar comunicar con Campo sin éxito. Pero no creo que esto se prolongue: con el bingo, Rocha puede ser el otro buen negocio de futuro, como fue el de Enrique, éste con perjuicio deportivo. Ahora no acarrearía perjuicio alguno. Y es que hasta asalta la duda: ¿Hay proyecto?

*Periodista.