Una patinadora cacereña de 15 años es campeona de España. Como broma no está mal, pero resulta que es, desde el pasado fin de semana, una realidad. Se llama Ana Peix del Río, vino al mundo el 27 de octubre del 2002 y cuando se ajusta los patines no hay literalmente quien la pare. Bien lo saben en Vigo, donde se hizo con el oro en la modalidad de ‘speed slalom’.

Para los no muy duchos en el patinaje ‘freestyle’ --una inmensa mayoría--, consiste en una vertiginosa carrera sorteando conos. Ella demostró ser la mejor junior después de dos años rozando el título como subcampeona. «No esperaba ganar. Con los cambios que ha habido con las edades, era la más pequeña de mi categoría, así es que creí que me pasaría factura. Además, estaba enferma en los días anteriores, vomitando, pero en la competición todo fue bien y pude conseguir la victoria», cuenta, extrovertida.

Sus compañeros en el Instituto Hernández Pacheco tardaron poco en felicitarla con una oleada de mensajes de Whatsapp. Todavía está en 4º de ESO, por lo que la universidad tiene que esperar aún un par de cursos. Quiere ser profesora de Educación Física y de momento las notas van acompañando.

«Es muy madura con su edad para afrontar su vida personal y al mismo tiempo entrenar y competir», comenta Luis Miguel Ávila, uno de sus dos entrenadores en el Club 8 Ruedas, con el que se ejercita una media de seis horas semanales en el pabellón de Aldea Moret.

Y eso que Ana no patinaba de niña, como ocurre a veces. Solo se subió a este carro hace cinco años, y, más seriamente, hace tres, cuando dio el salto al mundo del ‘freestyle’ más seriamente. «Me llamaba la atención, eso sí. Cuando empecé a patinar, cada vez quería más y me fui metiendo en el mundillo», reconoce.

Su club ha sido decisivo para que haya podido prosperar. El 8 Ruedas lleva unos años en actividad, aunque no demasiado en el mundo federado.

«Nunca pensé que fuese a llegar a esto. Es algo que me tomo en serio, pero es al mismo tiempo me divierte», reconoce. El patinaje se ha convertido casi en una adicción para ella, aunque sin perder la cabeza con las obligaciones cotidianas. «Por las mañanas estoy deseando que llegue la tarde para poder entrenar», apunta.

Cualidades

El asombro es general con lo que está haciendo... y la intuición de lo que le queda por hacer. «Las patinadoras de la categoría senior van teniendo miedo de lo que viene por detrás, chicas como Ana que no se lo toman como una afición, sino como un deporte puro y duro, con sus rutinas de entrenamiento y demás», sostiene Laura Casares, que es al mismo tiempo entrenadora y competidora en el 8 Ruedas. De la adolescente cacereña destaca que «tiene mucha constancia y ganas de mejorar, aparte de talento».

«El patinaje ‘freestyle’ ha dado un giro estos años porque cada vez es más competición y algo menos lúdico, con gente que está entrenando muy duro para mejorar», añade Luis Miguel Ávila.

Sí, esa mezcla entre sudor y precisión es imprescindible en todo éxito deportivo. «Hay una parte de técnica, pero también debes hacer mucho físico y entrenamiento para adquirir la suficiente potencia en las piernas», opina Ana Peix, centro de atención estos días en su círculo. «A mis compañeros les parece increíble que haya conseguido esto saliendo de una ciudad tan pequeña», añade.

En Vigo se quedó con las ganas de un segundo podio --fue cuarta en la modalidad de salto--, pero amplió las amistades que tiene en el mundo del patinaje. «Las chicas nos llevamos bien entre nosotras y hasta nos damos consejos», cuenta.

¿Y ahora? Para el julio año que viene se está preparando un gran evento en Barcelona, los World Roller Games. «Me encantaría estar con la selección española», aventura la campeona nacional junior. En patines puede llegar adonde quiera si continúa así.