Con la carrera de Pau Gasol en la NBA se da una situación curiosa. Son tantos los logros en estos 15 años de trayectoria en Estados Unidos, tantas las imágenes y los títulos generados, que los pósit mentales que se acumulan en nuestro cerebro acaban por rebajar lo extraordinario de su recorrido hasta el plano de la normalidad. Sucede como con las luces de Navidad. No les damos ninguna importancia durante el año, pero cuando llega diciembre nos dejan con la boca abierta.

Solo cuando cerramos el foco, viéndolo competir cada verano con la selección, ya sea en un Europeo, en un Mundial o en unos Juegos Olímicos, nos damos cuenta realmente de la dimensión del personaje, un superlativo competidor, que sigue resistiéndose a bajar de la cima, y negando también la cercanía de su jubilación deportiva, como podrían sugerir sus 36 años.

Viene esto a cuento por un dato que apenas ha tenido vuelo estos días pero que guarda su miga. Gasol se ha convertido esta semana en en el 48º jugador con más minutos en toda la historia de la Liga estadounidense, superando de una tacada a Allen Iverson y Clyde Drexler, dos nombres que son leyenda.

También ha ingresado en la nómina de los 100 jugadores con más victorias y en el de los jugadores con más de 1.000 partidos, lo que sumado a sus campeoantos, a sus tres finales, las seis presencias en el All-Star, elevan su trayectoria con cuatro camisetas distintas (Grizzlies, Lakers, Bulls y Spurs) a la excelencia.

Adaptación lenta

Esas conquistas enriquecen un palmarés cocido a fuego lento, al que no deja echar paladas de talento y trabajo día a a día. Ahora, calzándose las botas de los Spurs, y poniéndose en el papel de una leyenda como Tim Duncan, con 19 temporadas y cuatro anillos a cuestas.

En esta época posDuncan, que sería depresiva para cualquiera, menos para una franquicia que lleva 20 años en la élite, San Antonio ha dado con un perfil que casa con su filosofía, igual que en su día pasó con Ginóbili, Parker o Kawhi Leonard.

Después de unos primeros pasos complicados, Gasol va acercándose a las medias de su carrera (15,4 puntos, 7,6 rebotes y 2,6 asistencias en 29 minutos en los últimos cinco encuentros) y los Spurs, líderes de las División Suroeste, con un récord de 0-8 como visitante, al perfil de sólido aspirante que de ellos se espera.

Así que haríamos bien en seguir con mucha atención el último desafío de Pau en San Antonio sin esperar a que el balance final nos confirme toda su grandeza.