POLONIA - 68 (14+12+20+22): Szewczyk (0), Ignerski (0), Logan (20), Gortat (12) y Koszarek (17) --equipo inicial--, Szubarga (2), Roszyk (0), Chylinski (2), Wojcik (6), Lampe (7), Witka (2) y Skibniewski (0).

ESPAÑA - 90 (23+19+29+19): Rubio (2), Navarro (23), Rudy (7), Garbajosa (5) y Pau Gasol (20) --equipo inicial--, Raúl (0), Mumbrú (8), Reyes (7), Marc Gasol (9), Llull (7), Cabezas (2) y Claver (0).

ARBITRO: Lazaros Voreadis (Grecia), Shmuel Bachar (Israel) y Olegs Latisevs (Lituania). Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Partido de la tercera jornada del Grupo F de la segunda fase.

Apenas tres minutos tardaron Pau Gasol y Navarro en disipar cualquier temor que pudieran albergar los aficionados sobre el futuro de la selección en el Eurobásquet. Lo que se intuía como una abismal diferencia entre el potencial de España y Polonia acabó plasmándose en un repaso en toda regla (68-90).

En cuanto las dos estrellas de la selección tomaron el mando de las operaciones, se hizo un silencio sepulcral en el Lodz Arena, porque en un abrir y cerrar de ojos el partido se rompió a favor del conjunto español y a partir de ese instante lo único que pudo hacer el anfitrión fue seguirle el paso desde la distancia, viendo cómo las diferencias solo hacían que ensancharse más y más. Después de una trayectoria más que irregular, el equipo de Sergio Scariolo estará hoy en los cruces de cuartos de final frente a Francia (21.00 horas, La Sexta), dispuesta a pelear, más que nunca, por las medallas.

Pau Gasol y Navarro marcaron el camino. Siempre aparecen cuando se les necesita. En realidad, lo suyo fue una lección en toda regla. Hicieron lo que quisieron sobre la cancha. En algunos momentos comportándose incluso de forma tiránica. Tal y como le fueron cayendo los golpes a Polonia y se sucedían los triples de la Bomba (que acabó con un letal 7 de 9) era imposible que hubiera confrontación. Ni, desde luego, emoción. Antes del tercer cuarto, todo se había decidido a favor de España (38-66, m. 27) y los dos equipos se dedicaron a intercambiar canastas, con los locales haciendo lo único que podían hacer en ese momento: aguantar el chaparrón con la máxima dignidad posible.

"Pau y Navarro, además de su intensidad, aportaron ese plus de calidad que necesitábamos", les reconoció Scariolo. "Estamos muy felices por la clasificación, pero también por las sensaciones que estamos teniendo. Es bueno estar en cuartos de esta manera", admitió Navarro.

UN EQUIPAZO Con sus dos líderes haciendo diabluras, la selección reapareció con todo su esplendor. Con chispa. Con pegada. Con todas esas credenciales que la han convertido en uno de los referentes de las últimas citas. Así es como llegará hoy el equipo de Sergio Scariolo a los cruces frente a la selección francesa, uno de los combinados que mejor impresión ha dejado hasta el momento en Polonia. "Han demostrado que son el mejor equipo hasta ahora", admitió Scariolo sobre su rival de esta noche. "Son un equipazo. No solo por el físico, también por el talento, con muchos jugadores NBA, pero cuando España está bien físicamente también hay que respetarla", indicó el preparador italiano. "Será un pulso muy difícil --corroboró también Navarro--, pero lo importante es la ambición de hacerlo y la confianza que tenemos todos en estos momentos".

Después de la lección de ayer frente a Polonia a todos los niveles, podría decirse que lo que se había visto hasta ahora del equipo de Scariolo en el torneo no pasa de un mal sueño. Nada más. Y que la selección, asomándose por fin a la lucha por las medallas, ha decidido despertar y echar mano de todo su arsenal. Todas las figuras, además, parecen llegar al momento decisivo con excelentes sensaciones, empezando por su líder, Pau Gasol, que con 20 puntos y 5 rebotes en apenas 18 minutos en pista, dejó en evidencia a su rival de los Orlando Magic, Marcin Gortat, la estrella polaca. Así que abróchense los cinturones, porque que desde hoy hasta el domingo se intuye que a la selección le aguarda una trepidante montaña rusa de sensaciones.