Días agitados para Paula Ginzo, la referente nacional del Nissan Al-Qázeres. Al mismo tiempo que se incorporó a la selección española absoluta de baloncesto para disputar dos encuentros amistosos, denunció públicamente los insultos machistas que ha recibido a raíz de una entrevista publicada en EL PERIÓDICO EXTREMADURA.

La pívot está en Palencia, a las órdenes de Lucas Mondelo, una más en el campeón de Europa y subcampeón olímpico. Desde allí mostró su estupefacción por que algunos usuarios en las redes sociales la hayan mandado literalmente «a fregar» porque ella dijo que es «feminista a muerte y todo el mundo debería serlo».

Su denuncia ha levantado la solidaridad de algunas de sus compañeras, como la exinternacional Lucila Pascua, y de clubs como el Movistar Estudiantes, en el que militó antes de llegar al Al-Qázeres. Aficionados anónimos también la han apoyado y recordaban la diferencia en la definición entre machismo y feminismo: este último reivindica la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Dejando atrás la tormenta, que la jugadora ha llevado con orgullo y sin retractarse ni un momento de lo expresado, se está centrando en el trabajo diario con la selección.

La ausencia a última hora de otra interior como María Araujo le abre más posibilidades de disputar minutos el viernes (en Palencia) y el domingo (en Zamora) en los dos encuentros ante Francia preparatorios para el Preolímpico. Tokio-2020 es todavía un sueño lejano para Ginzo, que antes espera sellar una buena temporada con el Nissan Al-Qázeres.