Apenas llevaba un par de encuentros al frente del Astorga, pero cuando llegó a Cáceres (jornada 15, partido disputado el pasado 28 de noviembre de 2015) tenía la lección muy bien aprendida. "Como estaba en paro y establecido en Villanueva de la Serena, venía casi todos los domingos a verles, así como al Guijuelo. Lo he visto seis veces, creo". El técnico rival conocía --y evidentemente conoce-- al Cacereño más que de sobra de cara a la 'final'.

Quien así se pronunciaba entonces era Paulino Martínez (14 de agosto de 1973, Albacete, España). Una vuelta después, y ahora en mala dinámica, un punto en los últimos cuatro partidos, ya lo dice diáfano: "si no ganamos al Cacereño, tendremos pie y medio en Tercera División".

El que fue delantero del Villanovense, con el que se colgó las botas con 40 años, y que después entrenó al Valdivia, tiene un reto monumental en Astorga. Cogió al equipo en la cola, lo llevó fuera de peligro, pero una nefasta racha le ha hecho que ahora esté en descenso, con 33 puntos, dos menos que el Cacereño.

Tras el último choque en Guijuelo (derrota 2-1) su discurso se asemejaba al de su colega Angel Marcos en la prolongada mala racha. "Hemos merecido mucho más. Tenemos profundidad, hacemos las cosas bien, pero no marcamos". Por eso, el duelo del sábado en Astorga (17.00 horas, La Eragudina) se presenta, ya no hay otro calificativo, como "una final".

Paulino, que como futbolista llegó incluso a Primera y debutó con el Atlético de Madrid, vive su peor momento en el club maragato. En la ida no tenía nada que perder, pero arrancó un empate a uno con una lectura en positivo que, con el tiempo, se ha convertido en inexplicable. "Hemos hecho un buen partido ante uno de los mejores equipos como local. Aquí van a ganar pocos". En aquel momento, cosas del fútbol, el Cacereño acumulaba un excepcional balance en el Príncipe Felipe: cinco victorias y dos empates. Efectivamente, nadie había vencido en Cáceres.

"Tenemos que estar tranquilos. Estamos con ansiedad, pero mientras hay vida hay esperanza", comentó el técnico albaceteño a Radio Marca León el pasado fin de semana. Y el caldo de cultivo quiere ponerse esta semana en la localidad leonesa para conseguir los tres puntos para un equipo en el que también juega el centrocampista Héctor Taranilla, que iniciara la temporada en el Mérida.

"Solamente hay que pensar en ganar el próximo partido, levantar el ánimo en estos momentos. Si no ocurre, tenemos un pie y medio en Tercera. Es una final, ya estamos hablando de que todo lo que queda son finales. Todo lo que no sea conseguir los tres puntos será poner ese pie y medio en el descenso".

Las cuentas en el Cacereño son similares, aunque con un matiz: lo primero que hay que intentar es no perder el encuentro. Dado el calendario, un empate no resultaría, a priori, un mal resultado para los verdes. Pero en el CPC solamente se piensa, hoy por hoy, en la victoria, ya que prácticamente se eliminaría a un rival y se podría poner delante del Sporting B (también tiene ahora 35 puntos) y acercarse al Coruxo, actualmente con 39 y en una espiral muy negativa.