VALENCIA - 0: Guaita, Barragán, Rami, Mathieu, Guardado; Javi Fuego, Banega, Fede Cartabia (Ricardo Costa, m.14), Canales (Bernat, m.67), Feghouli (Pabón, m.58) y Postiga.

SWANSEA - 3: Vorm, Rangel (Davies, m.55), Chico, Jordi Amat, Tiendalli; Cañas, De Guzman, Dyer (Lamah, m.65), Pozuelo; Michu (Shelvey, m.76) y Bony.

GOLES: 0-1, m.14: Bony. 0-2, m.57: Michu. 0-3, m.62: De Guzman.

ARBITRO: Serge Gummieny (BEL). Amonestó por el Valencia a Javi Fuego y Banega, y por el Swansea a Rangel. Expulsó a Rami con roja directa en el minuto 10.

El Valencia trasladó a la competición europea su falta de juego e identidad y fue goleado en Mestalla por el Spanish Swansea (0-3), un equipo novato en los torneos internacionales que le sacó los colores al conjunto local, tal y como ya hicieron en la competición doméstica el Betis y el Español.

Aunque fundamental fue la expulsión del central francés Rami a los diez minutos de juego, lo cierto es que el Valencia de Djukic sigue siendo un equipo sin alma, frágil, que deambula sobre el campo como un pollo sin cabeza.

El argentino Ever Banega, al que Djukic retrasó al doble pivote, firmó una de sus ya habituales pérdidas en la medular que suponen un hara-kiri para su equipo y el marfileño Wilfried Bony aprovechó el regalo. Tras romper con un quiebro a Rami, el francés se vio obligado a agarrarle para que no se plantara solo ante Vicente Guaita y el árbitro belga no dudó en mostrarle la roja.

Michu, delantero español del Swansea, lo celebró con el puño en alto como si fuera un gol y no le faltaban razones para hacerlo. A partir de ese instante, el partido se inclinó inexorablemente hacia el lado del Swansea.

Solo cuatro minutos tardó el equipo galés en aprovechar su superioridad numérica y tras una buena internada de Michu, su centro lo aprovechó Bony para marcar con la zurda dejando en evidencia la endeble defensa local. Ahí se acabó el partido.

Todas las carencias que está mostrando el Valencia en este arranque de temporada quedaron una vez más al descubierto. Cierto es que los jugadores esta vez sí tuvieron algo más de actitud, pero cuando se juega sin cabeza no es suficiente.

Sin buenas ayudas en la presión, sin orden táctico ni concierto en ataque y con los mejores jugadores transformados en una sombra de sí mismos, el Valencia invitaba a todo menos al optimismo con un hierático Djukic en la banda barruntando cómo solucionar tal desaguisado.

En la reanudación más de lo mismo. Bony tuvo el 0-2, pero fue Michu el que marcó el gol de la tranquilidad para el Swansea con media hora por delante. Y Mestalla estalló.