Pedro Nieto, presidente del Extremadura, es un tipo singular. A uno particularmente le encanta escuchar cómo habla. Al dirigente azulgrana se le entiende absolutamente todo lo que dice. Se expresa con una contundencia meridiana. Es de esas personas del mundo del deporte que, como se dice vulgarmente, llaman a las cosas por su nombre. Esta semana ha vuelto a lucirse opinando sobre si su rival de ayer en el derbi, el Mérida, tenía que declarar o no medio día del club el partido. Nieto, con ese gracejo almendralejense tan característico, ha explicado que los socios del Extremadura ya están lo suficientemente concienciados de que el fútbol vale dinero y ha ayudado a su colega Fouto hijo --el padre también es de las características de Nieto-- diciendo que los abonos del Mérida son de los más baratos. El presidente del Extremadura, si no fuera por los enemigos que ha dejado en el ingrato mundo del fútbol, sería un buen candidato a alcalde en el siempre controvertido consistorio almendralejense.