Inesperado porque los números no parecían beneficiarle demasiado en un escenario en el que todo apuntaba a que el local Casey Stoner, después de obtener la pole position , podía ser el principal protagonista de la carrera y, de hecho, lo fue, pero por caerse en el tercer giro y dejar libre el camino a su rival en busca de la victoria y el título.

A Daniel Pedrosa sólo le valía el triunfo para proclamarse campeón mundial y en su camino para conseguirlo se encontró con un duro rival en la figura del veterano Sebastián Porto (Aprilia), que marcó la pauta desde que Stoner se fuera al suelo.

Aunque el español lo intentó en más de una ocasión, su oponente suramericano supo cerrar todas las puertas, por lo que sólo quedaba la opción de superarlo por rebufo en la recta de llegada.

Y así fue, por apenas veintisiete milésimas de segundo y repitiendo la historia del pasado año, cuando el resultado se invirtió y ganó Porto, pero Pedrosa logró el campeonato.

Esta vez el español necesitaba ganar y, desoyendo las indicaciones de su equipo, que en la pizarra le puso "OK" a la segunda plaza, Daniel Pedrosa sacó fuerzas de la flaqueza que le provocó en anteriores grandes premios su lesión en el hombro --fisura de la cabeza del húmero-- para adjudicarse la victoria y el título mundial. El joven piloto acabó celebrando el título entre lágrimas.