Le llaman la prueba del 9. Es el ecuador del Mundial. Alemania, Sachsenring, en lo que era la profunda RDA, tiene un circuito complicado, pequeño, revirado, con un montón de curvas a la izquierda y poquitas a la derecha. "Esas pocas curvas a la derecha son peligrosísimas porque llegas con el neumático caliente de la parte izquierda y helado de la derecha y puedes irte al suelo", explica Jorge Lorenzo (Yamaha), que hoy (11.00 horas, TVE-1) formará la primera línea de salida del Gran Premio de Alemania junto a Casey Stoner (Honda) --demoledor ayer de nuevo, con su sexta pole position del año-- y un pletórico Dani Pedrosa (Honda), pese a las dos operaciones.

Tan brillantes o más que los tres magníficos de la categoría reina (Rossi ha dejado de serlo, para dolor de millones de motards) estuvieron los dos rookies. Maverick Viñales, cuyos números ya asustan (debutante con solo 16 años, cinco primeras filas en nueve carreras, tres poles, dos victorias y cuatro podios), logró el primer puesto en la pequeña categoría, lo mismo que Marc Márquez en Moto2.