El español Daniel Pedrosa (Honda RC 212 V), crecido por su victoria en Alemania el pasado fin de semana, viajó ya a Estados Unidos para disputar la prueba americana, única en la que participan en exclusiva los pilotos de MotoGP.

La carrera que protagonizó Pedrosa en Sachsenring fue magistral. Demostró que cuando todo está en su sitio es prácticamente perfecto y de ahí su ventaja final de más de trece segundos frente a su más inmediato perseguidor.

No sería más que un dato estadístico si no fuese porque Laguna Seca, el mítico circuito californiano, es de muy parecidas características al germano, pequeño, sin grandes rectas, con muchas curvas, desniveles y el siempre temido sacacorchos, una doble curva enlazada sin visibilidad y en bajada que, si se te atraviesa, pierdes cualquier opción de luchar por el podio.

Pedrosa lo bordó en Alemania y también en Laguna Seca el pasado año, adonde llegó por primera vez y cuajó una actuación excepcional, al concluir segundo por detrás de su propio compañero de escudería, el estadounidense Nicky Hayden, quien jugaba con la ventaja de conocer muy bien un circuito tan especial.

Sin embargo, Laguna Seca volverá a ser una incógnita para todos los pilotos, pues se ha vuelto a asfaltar, después de los problemas de levantamiento del pavimento que se produjeron al final de la bajada del Sacacorchos, lo que generó no pocos problemas de tracción a todos los pilotos.