CACEREÑO: Fuentes, Alcala, Palero, Gonzalo (min. 70, Alex Martín), Toni (min. 84, Elías); Checa; Chapi, Gaspar, Rivera Rivera, Valverde (min. 74, Esteve); y Matías Saad.

VILLANOVENSE: Javi Muñoz, Trinidad, Tomás, Lolo Guerrero, Gabi Grille (min. 83, Víctor); Mejías (min. 67, Facundo), Pajuelo, Anxo, Moraga (min. 55, Oscar), Chema Mato; y Willy.

GOLES: 1-0-Min. 38: Gaspar. 2-0-Min. 61: Matías Saad. 3-0-Min. 64: Rubén Rivera.

áRBITRO: Del Olmo Codes (Comité Andaluz). Tarjetas a los locales Alcala y Chapi y a los visitantes Tomás, Moraga, Lolo Guerreo y Kike Alcázar (banquillo).

Cuestión de efectividad. Fútbol práctico ante el amago de virtuosismo, en este deporte muchas veces tan vil y tan traicionero. El Cacereño solventó el derbi ante el Villanovense (3-0) guiado por su pegada, infinitamente superior ayer a la de su rival. Dos actores generalmente secundarios en el grupo de Julio Cobos, Rubén Rivera y José Gaspar, asestaron un par de estocadas en el tenue corazón serón, que vuelve a estar de nuevo con respiración asistida.

Ganó el Cacereño puede que porque acertó primero. Después de 38 minutos visitantes, una excelencia de Gaspar cambió el panorama a favor de los locales. Estaba el encuentro ya en la planicie, entre dos equipos amedrentados por sus miserias y mediatizados por el infame campo.

Fue el Villanovense el que tuvo la manija. Y amagó sin golpear. Craso error. Mato casi acierta en el primer minuto, pero entre Fuentes y el poste rechazaron. El árbitro señaló un inexistente fuera de juego. Dominaban los serones, contemporizaban los cacereños, aparentemente tensos ante un partido que le podría poner cerca del hoyo.

MEDIATIZADO Cobos tuvo que jugar con el rompecabezas mínimo que se le ha quedado entre lesiones y marchas. Alcala tuvo la alternativa, por fin. Y cumplió con creces en el lateral. Palero y Gonzalo ejercieron de centrales. En el centro del campo, Checa y Gaspar, otra pareja escasamente utilizada al alimón. Un crimen deportivo, pese a jugarse en el Príncipe Felipe, que el jugador de Aldea Moret no fuera ya titular. Su zurda es, sin duda, de Primera División.

Pero en realidad fue el partido de Rubén Rivera, extremo de los de antes, de esos de driblar y correr. Tras el segundo aviso serón, con un tiro de Anxo que despejó a córner, una galopada del andaluz terminó con un servicio para que Gaspar hiciera lo imposible: no parar el balón y golpearle directo, un ejercicio realmente estéril en este terreno de juego. Pero hete aquí que el izquierdazo tomó dirección insospechada a gol (1-0, minuto 38). A golazo. A talento puro. A espectáculo sublime. Uno de los momentazos de la temporada en el destartalado estadio verde.

Sin merecerlo --al menos mucho menos que en anteriores ejercicios ante Melilla y Almería B-- el Cacereño había puesto el encuentro de su lado ante un Villanovense que se vio noqueado después de rondar la puerta de Fuentes guiado por el toque de Anxo y Mato, dos futbolistas con los que los de Villanueva no pueden descender.

GOL ANULADOYa antes del descanso habría más opciones, como tanto anulado a Matías Saad con justicia por el trencilla. El argentino, muy entonado ayer, estaba medio cuerpo por delante ante el servicio del ominipresente Rivera.

El Cacereño ya no sufría. Más bien al contrario. El Villanovense estaba out en el segundo tiempo, lo que aprovechó el cuadro verde para sentenciar con suficiencia. Pedro Sánchez de la Nieta había introducido en el campo al otro jugón del Villanovense, Oscar (minuto 55), pero dos estocadas consecutivas zanjaron la desequilibrada cuestión.