Iván de la Peña, el refuerzo del Espanyol en plena crisis de resultados, se ejercitó ayer con su nuevo equipo, y advirtió después que su llegada no es la de un salvador para un conjunto que actualmente es colista de la clasificación.

"No vengo a salvar a nadie", manifestó De la Peña, quien abandonó la disciplina españolista al término de la pasada campaña, tras una falta de acuerdo económico para su renovación, y que actualmente se encontraba en paro.

PLAN ESPECIFICO

El jugador se someterá durante estos días a un plan físico específico, aunque precisó que, durante los últimos cuatro meses, se ha entrenado por su cuenta. "He seguido unas tablas que tenía y he hecho un poco de musculación para no perder el tono en las piernas", señaló Iván de la Peña, quien añadió que tenía ganas de jugar de nuevo y que estaba "cansado de estar en casa con los enanos", por sus dos hijos.

De la Peña admitió que no veía "la hora de volver a jugar" e insistió en que no llega al Espanyol como un salvador, "sino que esto hay que sacarlo adelante entre todos, desde afición al club y jugadores".