Tres meses en el dique seco dan para pensar mucho. Da fe de ello Manuel Sánchez Alvarez, Lolo (Almendralejo, 1978), que reconoce que en este tiempo se le ha pasado más de una vez por la cabeza colgar las botas, dejar el fútbol y empezar una nueva etapa. Aunque al final la pasión por este deporte ha podido más y el mediocentro inició ayer junto al resto de sus compañeros del Arroyo la pretemporada.

Hace tres meses Lolo tuvo que ser operado de urgencia por una perforación de estómago. Lo que empezó como un supuesto cólico nefrítico en el hotel de concentración antes de enfrentarse al Jaén (jornada 33), acabó con un gran susto y el jugador hospitalizado durante varios días en la ciudad andaluza. Llevaba varios días entrenando con molestias, pero parar no se le pasó por la cabeza. "Siempre he sido muy cabezota", dijo ayer.

Una vuelta sin prisas

Ahora vuelve al trabajo, con las mismas ganas, incluso más, pero sobre todo con más cabeza. Las locuras son cosas del pasado. "No me voy a marcar ninguna fecha. Voy a tratar de hacerlo bien, pero sobre todo con cabeza. Serán los entrenamientos los que me irán marcando cómo estoy", explicó.

"Hoy por ayer cuando he salido de casa mi mujer me ha dicho que tuviera cuidado. Le he hecho caso, ni yo mismo me lo creo", cuenta, alegre, Lolo. El primer día del nuevo curso se lo tomó con calma. Hizo prácticamente lo mismo que sus compañeros, aunque a un ritmo algo más bajo, como él mismo reconoció mientras esperaba en casa de su amigo Santi Polo --nuevo jugador del Arroyo esta temporada-- a la segunda sesión de entrenos del día (Lolo vive en Almendralejo).

Los tres meses no han sido fáciles, reitera Lolo. "Perdí peso, cuando salía a correr me cansaba enseguida... De momento vamos a empezar y ver cómo va todo, cómo responde el cuerpo". Nada de presión, ni para él ni para el equipo, al que todavía le faltan algunas piezas.

El Arroyo inició ilusionado su segunda pretemporada en Segunda B. El objetivo vuelve a ser el mismo, la permanencia. Y para ello este año ya puede tirar de experiencia para no acabar sufriendo. "Empezamos muy fuerte y se crearon una expectativas que luego no se fueron cumpliendo; creo que nadie nos esperábamos ese bajón, pero no creo que hiciéramos las cosas mal", indica el mediocentro.

Lolo cree que este año hay que volver a tratar de empezar fuerte, como la campaña pasada, "y mantenernos más regulares". Pero, ¿dónde? Ni el Arroyo ni el Cacereño saben aún en qué grupo empezarán a competir el 25 de agosto. El I es el más probable, aunque el IV no está totalmente descartado. Se espera que la Federación Española de Fútbol resuelva durante esa semana esa duda.

El futbolista de Almendralejo prefiere no mojarse demasiado. "En el grupo I hay buenos campos y también muy buenos equipos, el IV lo conozco un poco más", es su respuesta cuando se le pregunta por sus preferencias. Aunque seguro que estas son volver a ver el fútbol desde dentro, repartiendo juego (y destruyendo el del rival) desde el centro del campo. Da igual el grupo. Dan igual los rivales.