El penúltimo episodio ocurrido ayer en el Cacereño podía haber sido un sketch de Gila. Pero no fue así, porque si hubiera sido cosa del genial humorista, el teléfono hubiera estado operativo. Ahora sabrán porqué.

A las cuatro y cuarto estaba programado el entrenamiento de ayer en el que, se suponía, estaría ya el nuevo fichaje del club verde. Un jugador de medio campo, con calidad, del que el vicepresidente deportivo Juan Ojalvo esperaba mucho, sobre todo después de las últimas estampadas . Pero el jugador en cuestión no llegó. Y no sólo no llegó, sino que su teléfono móvil estuvo toda la tarde apagado sin que nadie en el club pudiera contactar con él, y sin saber las nuevas cuitas del, por aquel momento, presunto futuro jugador verde.

No disponible

Una circunstancia que ha molestado bastante al entrenador, que tenía en su mente poder contar con él desde ayer, para que pudiera estar ya disponible el domingo. "No sé qué le ha pasado, no sé nada. Contaba con él y ya veremos, porque no coge el teléfono" respondía Bernardo Plaza al mismo tiempo que, con su manera habitual de lidiar situaciones como éstas, afirmaba que "no estoy desanimado por el nuevo inconveniente, pero es que no me gustan estas cosas. Si hay algún problema que lo diga". Una reacción contenida de un técnico que duda ya de si su nuevo fichaje será una realidad hoy o, si como Valentín, pasará de largo dejando su plantilla en un proceso de autodestrucción a la que, cada día, se suman más jugadores. El último, Adán, que tras el camino marcado por Borrallo y Merino hace dos días, y argumentando también problemas personales, se va del Cacereño en busca de su Eva particular que pronto tendrá apellidos. Desde el club, la misma reacción: "si se quiere ir, que se vaya" volvía a repetir Plaza. Y es que esta especie de malaria endógena se ha llevado por delante ya a ocho futbolistas. Demasiados como para que el equipo pueda estar tranquilo.

A las ocho, noticia: el nuevo presunto futuro fichaje estará esta mañana a las 12. O al menos eso es lo que ha dicho. Palabra de representante.