Reveladora, casi demoledora. Un documento periodístico que añadir al conjunto de pruebas que certifican la convulsión permanente en la que se ha instalado el Cacereño, y no sólo ya en esta temporada, sino de al menos una campaña y media para atrás.

Una simple entrevista radiofónica al ya exportero verde David Macías ha puesto de manifiesto definitivamente que las aguas siguen revueltas en el club. Fue en la Cadena Cope y las manifestaciones del portero andaluz no dejan lugar a la duda. Sus palabras fueron clarificadoras. Aun afirmando al inicio que se vuelve a su tierra por "asuntos familiares", el meta añadió que los cuatro meses en los que ha militado en el Cacereño "han sido duros" por la relación con algunos compañeros y, especialmente, con el entrenador, Bernardo Plaza. "Sí, he tenido algunas palabras con él", asumió. El desarrollo de la entrevista fue más allá. Cuestionado por si se hubiera quedado con otro técnico en el banquillo verde, no dudó en asegurar que sí, llegando a recordar que Plaza ha entrenado a equipos menores, "con todos mis respetos para el Santa Amalia, y siendo segundo de un equipo como el Mérida que bajó a Tercera", dijo, para ahondar en su tesis que al emeritense le falta experiencia.

David Macías ha sido titular indiscutible en el Cacereño, lo que hace que sorprenda más su marcha. El entrenador dijo el domingo que el jugador le había pedido la baja por un problema familiar, pero la respuesta real va más allá. Es el penúltimo affaire de una convulsión más que evidente.