El Cáceres 2016 atesora una curiosa estadística que empieza a parecer algo más que fruto de la mera casualidad. Le ocurre que obtiene muchos mejores resultados cuando alinea solamente a uno de los dos extracomunitarios que pueden inscribirse en la LEB Oro. Las dos rachas positivas del equipo de Manuel Hurtado han coincidido casi en su totalidad o bien con la lesión de Adrian Moss o con la actual dolencia de Wayne Simien.

Aunque se supone que el técnico siempre querrá tener a todos sus jugadores disponibles, y más en concreto a una pareja interior cuya conexión se presumía poderosa, el balance resulta demoledor: con los dos norteamericanos, el Cáceres 2016 ha ganado cuatro partidos y ha perdido ocho; con solo uno de ellos, ha vencido en siete y ha perdido únicamente dos. Chocante, como mínimo.

Calendario favorable

Las primeras razones que se pueden buscar a esta paradoja están centradas en el calendario, posiblemente más benigno cuando ha coincidido que no estaban o bien Moss o bien Simien, ambos con problemas de distinta índole en una rodilla.

Varias de las victorias en inferioridad se han producido ante equipos del nivel clasificatorio del Cáceres 2016 como Los Barrios, La Laguna, Vic o, sin ir más lejos, La Palma, ésta el pasado viernes.

Sin embargo, también hay que contabilizar la conseguida en la cancha del Tenerife, uno de los grandes aspirantes al ascenso a la Liga ACB, en la duodécima jornada y la de Gandía en la tercera, cuando el único extracomunitario alineado fue Harper Williams. Sería su último partido antes de ser sustituido por Wayne Simien y estuvo brillante con 17 puntos y 5 rebotes, mucho mejor que en los dos encuentros anteriores.

Parece que tanto Moss como Simien se multiplican cuando no tienen a su compatriota al lado, sobre todo el primero de ellos, que entre los dos últimos encuentros como obligado gran referente del juego interior ha promediado 16 puntos y 12,5 rebotes, números que casi doblan los que acredita esta temporada (9,6 y 7,1). Con ambos en la pista solo se ha ganado a Illescas, Beirasar Rosalía, Basquet Mallorca y Ford Burgos, éste en la segunda vuelta.

Cuando los dos americanos han jugado juntos el desenlace más habitual ha sido la derrota, con la salvedad de que casi siempre ante equipos muy fuertes (Clínicas Rincón, Lucentum Alicante, Melilla, Plus Pujol Lleida, Grupo León y Leche Río Breogán). Tampoco funcionó el tándem Williams-Moss, que resolvió sus dos únicos partidos juntos con fracasos ante Burgos y Vic en la primera vuelta.

Está por ver si Simien puede reaparecer el sábado en Illescas precisamente contra el equipo contra el que debutó. Se quiere ser extremadamente cuidadoso con su inflamada rodilla izquierda, sobre todo cuando se aprecia que los demás elevan su nivel cuando no está él. De momento, no entrena con el resto de sus compañeros y sigue haciendo trabajo específico por su cuenta.