El exfutbolista del Barcelona Josep Guardiola, de 35 años, confirmó su retirada definitiva del mundo de fútbol y su deseo de convertirse en un futuro en entrenador. Ayer aseguró que su cabeza "piensa una cosa" y su cuerpo le dice que ya no puede aguantar más, "que ya hay suficiente". Por todo ello, el internacional español, que jugó en el Barcelona, Brescia, Roma, Al Alhy qatarí y Dorados de Sinaloa mexicano, asegura que "los plomos se han fundido" y que piensa en dedicarse en un futuro a entrenar. "Antes o después lo haré", dijo el exfutbolista.

Guardiola explicó que entrenaría donde le ofrecieran. "Alguien te tiene que abrir la puerta. Me encantaría entrenar a la cantera, a niños pequeños, porque no tengo ni la obsesión ni la pretensión de estar arriba del todo, puesto que hay que respetar los procesos", aseguró.

Guardiola recordó que es "uno más en la gran historia del Barcelona" y explicó que está pendiente de una apelación después de que fuera condenado por un tribunal de Brescia por dopaje de nandrolona en otoño del 2002.