A ocho días de iniciar la disputa del primero de los seis títulos que afrontará el Barça, Pep Guardiola dispone hoy de la última prueba para decidir el once titular que alineará en San Mamés frente al Athletic. No tendrá más partidos amistosos. Y, además, le faltará media plantilla la próxima semana por culpa de la jornada internacional de selecciones. Así que la cita de esta madrugada frente al Chivas de Guadalajara (5.00 horas, La Sexta) debería de servirle de examen a los hombres que utilizará en la ida de la Supercopa.

En el fondo, no acabará de decidirse hasta dentro de unos días, condicionado por el estado del regreso de los internacionales. Ya sabe Guardiola que tiene tres bajas seguras: Márquez, por la rotura fibrilar que se produjo el miércoles en el gemelo; Iniesta, que aún no se ha entrenado ningún día con el grupo aunque empezó a tocar balón nada más llegar a San Francisco, y Zlatan Ibrahimovic, que trabaja solo en los ejercicios sin contacto.

Antes de aterrizar en la ciudad californiana, el delantero estuvo chutando a portería ante Valdés, otro que andaba tocado. Al sueco le llegó un balón para hacer una chilena y ni se acordó de que debía andar con precaución. Dio el salto y cayó al suelo apoyándose en el brazo izquierdo, el de la mano operada. El debut de Ibrahimovic se prevé la noche del Gamper (19 de agosto) o en la vuelta de la Supercopa (23 de agosto).

Guardiola tal vez tenga dibujado ya en su cabeza el once base de la temporada. No diferirá mucho del perfil del tricampeón. Tampoco hay muchas novedades, al margen de los jóvenes de la cantera. Menos de las que querría el entrenador, Henrique no acaba de convencerle ni de mostrarse como un competidor para Puyol y Piqué en el centro de la defensa y Maxwell anda por detrás de Abidal, en pleno aprendizaje. Por ahora, Fontàs y Muniesa parecen partir con ventaja para cubrir alguna baja.

MUCHA IMAGINACION Aunque aparentemente haya efectivos de sobra, Guardiola espera más fichajes. La directiva anda en ello. No puede negarle nada al entrenador que ha entrado en la historia del Barça, pero los precios mandan. Imponen. Y frenan. Frenan mucho.

Habrá un nuevo intento por Dmitro Chigrinski, pero el Shakhtar Dónetz no ha rebajado el precio pese a que el defensa ha perdido valor. Por la eliminación de la Champions y por la imposibilidad de que pueda participar en esa competición aunque recalara en el Barça. El club azulgrana busca fórmulas imaginativas para complacer a Guardiola. Han propuesto al Shakhtar una cesión con opción de compra. No ha habido respuesta después de la llamada telefónica de Laporta a su homólogo ucraniano.

El presidente tiene la lista de la compra desde hace días. El problema es que la tesorería no llega para Chigrinski, para Mascherano, para Cesc y para Mata, los nombres por los que suspira Guardiola. Los precios que piden sus respectivos clubs son desorbitados a juicio del Barça. El Liverpool y el Arsenal exigen unos 40 millones, mientras que la tasación del Valencia sobre Mata también es excesiva. El mercado está abierto y hay tiempo.