"Nuestro mayor error sería darlo por hecho", advirtió ayer el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, sobre el partido decisivo de la Liga, el que enfrentará a su equipo ante el Valladolid, en el que sus jugadores deberán saber gestionar las emociones "y pensar que sólo seremos campeones si ganamos".

Aunque al Barça podría servirle un empate del Real Madrid en Málaga, Guardiola dejó claro que ni el equipo ni la afición deben adelantar acontecimientos. "Primero vamos a ganar un partido, que dura lo que dura, y luego, ya se celebrará si toca, cuando el árbitro pite el final. Pero primero hay que ganar", insistió.

El partido del año pasado ante el Villarreal (3-3), en el que el conjunto amarillo frustró el alirón (aunque en la siguiente jornada el Barça ganó la Liga), fue el ejemplo empleado por Guardiola. "Se cantó el ´campeones, campeones´ y luego se empató. Me conozco este tipo de partidos y sé que son complicados", aseguró.

El técnico del Barça subrayó además que nadie tiene más ganas de ganar esta Liga que sus jugadores porque "ellos son los que han puesto el esfuerzo" a lo largo de una temporada que Guardiola valoró muy positivamente. "Podemos lograr el cuarto título. En la Liga hemos tenido una regularidad brutal", dijo el técnico antes de destacar que lo mejor del curso ha sido "la manera en la que estos jugadores han dignificado la camiseta".

Por ello, remarcó que que, más allá del resultado, sus jugadores han hecho "un año inmenso, lleno de dificultades", por lo que no les reprochará nada y "sólo les daré las gracias". "Y si no ganamos, estaremos tristes y dolidos, pero contentos por cómo lo hemos intentado", aseguró.

Con la máxima cautela

Fiel a su estilo, Guardiola pronosticó un partido complicado. "Si el Valladolid no se jugase la vida, podría decir que tenemos ciertas ventajas, pero cuando la vida de un deportista depende de si su equipo está o no en Primera, le convierte en muy peligroso", reflexionó. Al frente del equipo pucelano estará Javier Clemente, entrenador con fama de defensivo, "pero que en realidad no lo es. Lo que ocurre es que es directo; lo que le gusta es meter el balón en el área rival cuanto antes".

Sobre los recursos del Barça para intentar que se retire la sanción a Xavi, Guardiola explicó que el jugador del Barça "tan sólo reclamó al árbitro, sin insultarle", y puso como ejemplo los casos de Albiol y Kameni. "Pero teníamos muy poca fe en que nos retirasen esa tarjeta, visto lo que ocurrió con Alves", apuntó en referencia a la sanción al brasileño tras ser expulsado ante el Espanyol.

Además, destacó que durante la semana previa al partido decisivo "se ha hablado de otras cosas", en alusión a los posibles fichajes y a las elecciones, pero ha insistido en que eso no distraerá a sus futbolistas. "Intentaremos transmitir desde el primer minuto la sensación de que queremos ganar como sea", garantizó.