Pepe, central portugués del Real Madrid, regresó a los entrenamientos en la ciudad deportiva de Valdebebas visiblemente afectado después de convertirse en triste protagonista de la victoria de su equipo ante el Getafe por agredir a dos rivales e insultar a los árbitros. Hoy conocerá su sanción, esperada con enorme expectación en el mundo del fútbol.

Después de refugiarse el miércoles en su domicilio junto a su familia y no acudir al entrenamiento voluntario, Pepe regresó a Valdebebas ayer para ejercitarse junto al resto de sus compañeros, de los que recibió en el interior de los vestuarios apoyo y muestras de cariño.

Sobre el césped se vio a un jugador alejado de su habitual imagen. Serio, no participó en las habituales bromas de jugadores como Marcelo o Royston Drenthe en los minutos previos al entrenamiento, y en ningún momento sonrío ni dialogó con nadie. El central, que espera la sanción económica del club y varios partidos de suspensión del Comité de Competición, que se reunirá hoy, intentó regresar a la normalidad arrepentido de sus acciones ante el Getafe.

Pepe tenía previsto ponerse ayer en contacto a través de llamadas telefónicas con los dos jugadores a los que agredió, Javier Casquero y Juan Albín.

MARCELO Su mejor amigo en la plantilla, el brasileño Marcelo, reconoció el estado en el que se encuentra Pepe, para el que pidió tranquilidad. "Es un buen tío", dijo. El propio Marcelo pidió perdón a su club, al Getafe y a Cata Díaz por la imagen que ofreció al provocar a sus rivales y sacarles la lengua. Marcelo pidió perdón aunque desmintió que uno de los gestos provocativos fuese llevarse las manos a los genitales. "No hice ese gesto. Estaba corriendo, escapando porque venía hacia mí el Cata".

"La lengua sí la saqué. Me equivoqué y pido perdón. Sólo el que está dentro del campo sabe lo que pasa por nuestra cabeza. Estaba caliente y sólo quiero pedir perdón. Si mi club me quiere sancionar estoy dispuesto a asumir la multa", aseguró.

Marcelo se mostró arrepentido de sus actos. Reconoció que entre las personas que han hablado con él en las últimas horas para comentarle su error destacan las palabras de su capitán, Raúl González. "A veces uno se equivoca, yo lo he hecho y se que no hice una cosa propia de un jugador del Madrid. Tenía conciencia de lo que estaba haciendo, sabía que estaba equivocándome, pero el partido fue muy duro y tenia la cabeza caliente. Por eso pido perdón", dijo.

"He hablado con Raúl, me ha dicho que soy muy joven, que tengo una carrera muy larga en el Madrid y que hay cosas que aprendes cuando te equivocas. Me ha dicho que lo que he hecho no es normal y que me debe servir para aprender porque es una cosa que en el Real Madrid, ni en ningún club de primera línea, se puede hacer", añadió.

El brasileño intentó explicar lo que se la pasó por la cabeza en ese momento: "Estaba con mucha ilusión después de ganar el partido y me equivoqué".